~•Feelings• ~

•"NO FUE POR CASUALIDAD"•

NARRA NINA:

•Viernes 07 de Marzo•

Acomodando mi cabello a un lado mientras observaba mi rostro en el espejo, tome mi bálsamo labial y comencé a aplicarmelo con suavidad sobre mis labios ya que se encontraban con un poco de resequedad.

Hoy tocaba hacer algunas compras con mamá, iríamos al centro a comprar las cosas necesarias para el hogar, y comida para el gato.

Teníamos una sola mascota en casa, con suerte ya que si fuera por mi, traería uno que otro animalito más, papá era alérgico a el polvillo, a las pelusas incluyendo el pelaje del gato que se caía con gran frecuencia y dejaba huella por todo el piso de casa.

Terminé por asearme las manos y me dirigí a mi habitación. Encontré mi perfume sobre la mesa de luz a un lado de mi celular que este seguía enchufado cargándose. Me rocíe un poco de perfume, y me dirigí hacia el comedor, supondría que allí se encontraban mis padres. Con suerte logre encontrarlos ambos estaban juntos.

–Que cariñosos que estamos hoy– comenté al entrar, diciendo eso con un tono de picardía al ver que mi padre y mi madre se encontraban abrazados algo melosos. Mi padre se giró de inmediato aun sin soltar a mi madre

–Ya diré lo mismo cuando te vea estando con alguien– mi padre me dedicó una sonrisa y se acerco hacia a mí añadiendo a el abrazo.
Un  tierno y corto maullido se oyó por detrás.

–Aww es tan dulce– me gire para ver a mi gato desde el piso llamándome.
–Que para ti también hay abrazo Felix– alcé a mi gato y lo traje hacia nosotros.

–Achiis– mi padre se soltó del abrazo, alejándose colocó sus manos tapando su boca y nariz, y empezó a estornudar.

–Lo siento papá, aun lo olvido– baje rápidamente Felix, el solo paso por mis piernas, era muy cariñoso, la mayor parte de el tiempo lo tenia en mi pieza para que así no lanzará bolas de pelo cuando papá se encontraba andando por la casa.

–No pasa nada hija– dijo mi padre, a el le encantaban los animales, y amaba a Félix, era algo lamentable que fuera alérgico a su pelaje.

–Hija, anda a encerrar a Felix o sacalo un rato al patio, a papá le hace mal– mi mamá advirtió, tenía razón. Así que fui a mi habitación cargando a Félix, era bastante regordete, al bajarlo busque su lata de comida y le serví un poco de alimento en su recipiente, rápido Félix fue a comer. Luego le cargue su agua.

Mi celular comenzó a sonar. Fui a revisarlo, era una llamada de un número privado, solo corté.

–Nina, ¿Ya estas lista? Así vamos yendo que luego cerraran las tiendas y no conseguiremos nada– mi madre se asomó por la puerta

–Si mamá, agarró el celular y voy– no había terminado de contestarle y mi madre ya se había alejado de la puerta.

Y otra vez estaba, mi celular comenzó a sonar nuevamente.lo revise

–Número privado– susurre –Hola?– respondí la llamada.

No se oyó ruido alguno del otro lado de la línea.

–¿Quien habla?– dije despues de oir unos ruidos extraños.

Nadie respondió, cuando quise ver a la pantalla, la llamada se había cortado.
Trate de no darle importancia, guarde mi celular en la cartera, y fui en busca de mi madre para ir a hacer las compras.
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–¿Hace falta algo más?– pregunté a mamá mientras llevaba el carrito de las compras,ya nos encontrábamos en el supermercado

–Solo el aceite, y ya estaría todo– respondió a su vez que miraba el carrito completamente lleno –Al parecer tendré que llamar a tu padre