•NIEVE Y SUERTE•

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NARRA LUKE

MIERCOLES 24 DE FEBRERO

El frío hacia temblar mis dientes. Mis mejillas estaban tiesas y frías. A mí lado caminaba Violetta por la vereda.
En el fondo me preguntaba porque me había ofrecido a acompañarla, me gustaba estar solo. En cambio ahora no me sentía incómodo, estaba calmado a pesar de la ventisca que azotaba nuestros cuerpos a cada rato.

De reojo la miraba, era bajita y delgada. Parecía sencilla. Con el pelo suelto estorbandole en la cara a culpa del viento.

–¿Estas enfadado?– dijo sin mirarme

–¿Porque lo preguntas?– pregunte metiendo mis manos en los bolsillos de la chaqueta

–Te comportabas algo a la defensiva conmigo cuando estábamos en el bar– volvió a decir mientras acomodaba su cabello

–Yo soy asi– conteste con frialdad

–Y tambien cuando te devolví tu libro. Yo solo no quería arruinartelo por accidente. Soy demasiado torpe a veces– esta vez si me miro

–Vale– suspire –No quise tratarte mal, solo suelo ser asi y ya– busque en mí chaqueta el paquete de cigarros pero al palmear el bolsillo me percate de que no estaban

Violetta no volvió a decir nada.
Sentía su respiración a mí lado por mas que estuviese lejos de mí. Tan solo quería llegar rápido a mí casa y dormir.

–Si que vives lejos– dije apretando mis manos para darme calor

–No hacia falta que me acompañes, podía volver perfectamente sola– dijo mirándome –Espera...– comenzó a sacarse los guantes –Tomalos, yo estoy bien–

–No, no los quiero– me negué completamente, jamas había aceptado algo de una chica. No necesito nada de nadie

–Deberías dejar un poco el ego y aceptar cuando alguien te ofrece algo– dijo ella poniendo los ojos en blanco mientras se sacaba el guante de la mano izquierda

–Mira quien habla, tu no aceptaste mí libro– dije elevando las cejas

–Lo acepte y luego te lo devolví

–Al inicio pensabas que te pediría algo a cambio de el– ella me miro con una mirada contradictoria

–Ponte los guantes– dijo tomando mis manos y dejando sus guantes en estas

–Se supone que el chico le da a la chica cuando hace frío, no al revés– dije poniéndome los guantes

Levemente empezo a nevar.

–Entonces dame tu chaqueta, asi estaremos a mano– dijo con una sonrisa

–Jamas dijiste que tenias frío, asi no es la escena– conteste riendo

–"¡Dios mio! ¡Que frío que tengo!"– dijo ella fingiendo una voz aguda y rasposa por el frío. Entonces le di mí chaqueta.

–Dejala, no la necesito. No soy una princesa que necesita de los demás para que la abriguen– dijo muy segura y suficiente de si misma

–Me parece perfecto– ella asintió con la cabeza para si misma, los copos de nieves se estancaban en su cabello –Si hacia falta– dije refiriendome a la situación fuera del bar

–¿Los guantes?– preguntó

–Que te acompañe hasta tu casa– dije mirándola –Creéme que si hacia falta

–Gracias entonces– respondió ella entendiendo la situación en la que se iba a meter si yo no hubiese estado con ella

–Esta es mí casa– dijo señalando una casa amarilla y de ventanas grandes.

~•Feelings• ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora