•SOLA•

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NARRA ALEXA

MIÉRCOLES 24 DE FEBRERO•

Me encontraba sentada, escuchando todo de lo que se hablaba al rededor, mientras daba pequeños sorbos a mí gaseosa de naranja.

Todos estaban platicando. Si que les gusta hablar -pensé- o quizá era la única rara que no le gustaba para nada socializar.

Mí celular ya había llegado a su fin, se le había agotado la batería mucho rato antes, por suerte logré avisar a mí madre que llegaría dentro de un rato. Lo último que quería es que se preocupara por mí. Luego me pediría un remis para que me llevará a casa por el teléfono público que se encontraba en el bar.

Decidí levantarme e ir al baño.

Estaba lavando mis manos, en cuanto oí la puerta abrirse, dos chicas entraban

Una era Rubia y la otra morocha, habían entrado a retocarse.

–Me encuentro muy fea Lau, por qué no me dijiste que me veía así?– dijo la morocha viéndose al espejo.

–Tu? , Mírame a mi– dijo la rubia señalando su rostro

Mire por un instante el reflejo en el espejo y las vi.

Acaso estaban ciegas?, Eran hermosas.
sus rostros eran perfectos.

–Zac no se fijaría en mí ,mira lo que soy– dijo la morocha.

Me mire a mí en el espejo, luego volteé nuevamente a verlas a ellas.

Si tan solo me vieran a mí, ellas son preciosas, yo si que soy horrible.

Cualquier persona se fijaría en ellas.

Me termine por secar las manos, y salí de el baño.

Pase por toda la gente que estaba toda amontonada en las mesas, y logré llegar a mí lugar en la mesa.

Me senté, me quedé mirando a los demás un segundo, ya no sabía que hacer, realmente ya quería volver a casa.

Y otra vez me encontraba ahí, tomando diminutos sorbos de mí bebida, para que pasara más rápido el tiempo.

Siempre que me encuentro con otras  personas, me siento muy sola e incómoda.

–Admiro mucho tu tranquilidad, en serio– oí a mí lado, era Nina

Debe sentir pena por mí, porque estaba sola, no me estaba hablando con nadie.

Hice un gesto y miré hacia el frente, realmente no sabía qué decirle.

–Quisiera ser un poco más como tú, hay veces en las que no puedo controlar mis emociones, soy un constante volcán a punto de erupcionar– volvió a hablar Nina.

Si supiera que aunque me vea tranquila por fuera, por dentro siento cosas que no me gustaría sentir, como por ejemplo ahora siento ganas de irme y echarme en la cama y cuestionarme en qué momento fallé de mí vida.

Y no, no quisieras ser como yo, nadie lo querría, por fuera soy un asco y por dentro soy un desastre de pensamientos constantes.

–No lo creo– respondí algo apenada.

–Lo digo en serio

Luego te arrepentirías -pensé-

–Ey Dilan!– llamo Nina

–Diga– le contestó mirando su móvil

–A veces no quisieras tener la tranquilidad que tiene Alexa?– preguntó Nina

~•Feelings• ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora