EXTRA: La cuenta atrás

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El palacio parecía relucir más que de costumbre con los adornos de año nuevo. Las luces mágicas brillaban por todas partes como pequeñas luciérnagas que bailaban sobre sus cabezas y las flores dejaban su olor en cada pasillo. Habían colgado guirnaldas por las paredes y en alguna que otra pared los hechiceros habían dejado su huella con pequeñas representaciones de las obras más importantes de la guerra de los dioses, del día en el que el mundo de los demonios acabó destruido y se inició una nueva era que fue celebrada cada año. Siempre le había gustado la celebración, tanto o más que el solsticio de invierno porque significaba un nuevo comienzo, que el contador volviese a cero. Podía ver la alegría en los rostros de los soldados que hacían guardia y la felicidad en la voz de su madre que cantaba viejas canciones mientras su nana, la madre de Seokmin, trataba de seguirle el ritmo con la planificación de las fiestas.

— ¿Has pensado cuando se lo vas a decir? —Preguntó llevándose las manos a la espalda y haciendo que su armadura tintineara a causa del metal contra el metal.

— ¿Tú también? ¿No os vais a cansar nunca? —Se quejó Seungcheol resignándose a una nueva charla por parte de sus amigos, de sus hermanos de armas.

— Solo digo que todos hemos visto como os miráis y hemos oído los ruidos que hacéis cu... —Le tapó la boca con rapidez, empujándolo contra la pared y haciendo que riese bajo su tacto.

— Que asco ¿Me has lamido? —Se limpió la mano con un pañuelo mirándolo con disgusto—. Es que no sé cómo hacerlo —Admitió por fin. Les había confesado a sus mejores amigos lo que planeaba hacer aprovechando que había conseguido alcanzar la edad suficiente, pero una cosa era decirlo y otra muy distinta hacerlo. Siempre que había encontrado un momento para proponérselo, ocurría algo que les hacía sacar las armas e ir a salvar a alguien o afrontar algún problema de la corona—. Tiene que ser algo especial, algo mágico, como él y... no tengo nada para ofrecerle.

Jihoon tuvo que hacer un esfuerzo enorme para no poner los ojos en blanco. Comprendía el nerviosismo de su mejor amigo, de su líder. Conocía la forma en la que lo hacía todo tratando de ser el mejor, de esforzarse al máximo, pero también conocía al receptor de su proposición, tan amigo suyo como él, y no estaba esperando algo perfecto, simplemente quería lo que suponía poder vivir juntos sin esconderse para que los extremistas no los acusasen de vivir en el pecado. Al final, aunque se negaba a participar, sabía que tenía que echarles una mano o nunca cumplirían sus sueños.

— Lo único que quiere es estar contigo, todo le gustará si viene de ti. Déjanos a nosotros el momento perfecto, te haremos la mejor ambientación para una pedida, tú solo tienes que preocuparte por llevar a Jeonghan al extremo más apartado del jardín, la zona a la que solo vamos nosotros —Cuando se trataba de preparar y organizar eventos, era el hombre perfecto. Era buen soldado, estaba practicando para ser buen rey, pero, sobre todo, sabía hacer buenas fiestas y tenía la ayuda perfecta para ello—. Esta noche, para cuando toquen las campanas y todos compartan el brindis para celebrar el Ubwa, podréis dejar de esconderos.

— Jihoon... ¿Estás diciendo que...? —Seungcheol no era capaz de acabar las palabras, no era posible que su amigo hubiese decidido prepararle...

— Sí, estoy diciendo que esta noche vas a casarte Choi Seungcheol —Ante la palidez extrema que se apoderó de su rostro, no pudo evitarlo y empezó a reír—. Tranquilo, nadie quiere morir, no vamos a privarle de invitar a todo el mundo su boda y hacer algo grande, majestuoso y brillante. Solo estaba quedándome contigo, pero una vez que le propongas matrimonio nadie va a miraros mal si os ven juntos. Ya sabes como funcionan estas cosas.

Después de una pausa que a Seungcheol le pareció eterna, tomó una decisión y colocó su mano en el hombro de Jihoon. Confiaba en ellos con su vida en el campo de batalla y en cada misión, ¿Por qué no iba a hacerlo con algo tan importante, con uno de los pasos más difíciles y maravillosos que iba a dar?

La leyenda del clan Lee I. Sangre y hechizos - SoonhoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora