Clint Barton

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Miré a Clint desde mi lugar en la barra y dejé salir un gran suspiro. A mi lado estaba Natasha y junto a ella estaba Rogers. Ambos me miraron.

—Deberías ir a hablarle— me dijo Steve.

La pelirroja dejó su copa y asintió.

—Concuerdo con el capitán. Se nota a kilómetros que te mueres por él.

—Además, es una fiesta de Stark. Deberías aprovechar la ocasión.

Asentí.

—Me das lo más fuerte que tengas, por favor— le pedí barman.

El hombre asintió y enseguida me dejó un vaso con algo que desconocía.

Miré a mis dos amigos y levanté mi bebida, ellos hicieron lo mismo.

Tomé todo el contenido de mi vaso y aunque me ardió la garganta me puse de pie dispuesta a acercarme a Barton.

El arquero estaba junto a Tony y Thor.

Mi vestido era corto, pero aún así lo levanté un poco más y acomodé mi escote.

—Buenas noches, caballeros— los tres mi miraron.

Fue evidente que sus ojos recorrieron todo mi cuerpo y se detuvieron en mi prolongado escote.

Clint se aclaró la garganta un tanto incómodo y fue el primero en mirarme a los ojos.

—(T/N)— dijo nervioso— ¿estás bien? ¿Necesitas algo?

Sonreí mostrando los dientes.

—Buscaba a alguien con quien bailar.

—Yo podría complacerte con eso— dijo rápidamente Tony.

No lo miré, mi vista permaneció en Barton.

—En realidad, pensaba en alguien más.

Clint tardó en procesar mi inderecta, parecía muy nervioso y ligeramente confundido. Lo tomé de la mano y lo guié hasta la pista de baile.

Pegué mi cuerpo al suyo lo más que pude y comencé a moverme. El hombre tenía el rostro más que sonrojado, podía notar que en cualquier momento se iba a desmayar.

Tragó con fuerza y me tomó de la cintura. Sonreí.

—¿No está muy corto ese vestido?

Lo miré a los ojos mientras pasaba mis brazos por su cuello. Mordí mi labio inferior.

—Este es de los más largos que tengo. Te podría mostrar algunos otros que son más cortos.

Bajó su vista a mi escote y rápidamente regresó su vista a mis ojos. Lo tenía.

—Es un bonito vestido— se aclaró la garganta— si alguien intenta sobrepasarse sólo dime y le romperé la nariz.

Sonreí.

—Gracias, Clint.

Asintió.

—Cuando quieras.

Me separé de él y lo tomé de la mano, sin decir una palabra él me siguió fuera de la fiesta hasta una habitación.

Me acerqué lentamente a él y tome el borde de su playera para comenzarla a levantar. El hombre siguió todos mis movimientos sin decir una sola palabra.

Una vez que lo despoje de su prenda superior, recorrí sus musculosos brazos con mis manos. Sus brazos siempre me habían parecido de lo más atractivo del mundo.

Puse ambas manos en sus mejillas y me paré de puntillas para alcanzarlo. Acerqué mi rostro y sentí su respiración muy cerca de la mía, olía ligeramente a alcohol.

Sin que lo esperara, mordí su labio inferior y lo escuché gemir. Primero dejé un suave y rápido beso. Él me miró y lo volví a besar, esta vez más lentamente.

Clint puso sus manos en mi cintura y me pegó a su cuerpo.

Una de sus manos subió por mi espalda y sentí como bajaba el cierre de mi vestido. Mi única prenda terminó en el suelo, sin mucho esfuerzo me deshice de mis zapatillas.

Clint sonrió ligeramente al notar que no había más ropa en mi cuerpo.

Puse un dedo en el borde de su pantalón y di algunos pasos hacia atrás. Me senté en el borde de la cama y rápidamente Clint se posicionó sobre mi.

Él tomo el control de la situación, comenzó a besarme y acariciar mi cuerpo con notable delicadeza.

Cerré los ojos mientras ligeros suspiros salían de mi boca. Su dedo índice tocó mi barbilla y lentamente lo fue deslizando hacia abajo hasta llegar a mi feminidad.

Arqueé la espalda cuando sentí su dedo haciendo pequeños círculos.

Me miró con una sonrisa y comenzó a besarme, su mano seguía trabajando allí abajo. Gemí cuando introdujo uno de sus dedos.

—Más rápido— dije apenas.

Él obedeció mi petición y sentí que casi tocaba el cielo cuando se detuvo. Lo miré mal.

—Esto aún no termina.

Su voz era más profunda que antes y eso me provocó un agradable escalofrío.

Se quitó los pantalones. Le sonreí y lamí mi labio inferior.

Llevé mi mano hasta su miembro y comencé a frotarlo. Clint dejaba salir ligeros gemidos mie tras permanecía con los ojos cerrados.

Me detuvo y se colocó entre mis piernas.

Entró en mí y dejé salir un grito.

—¡Clint!

Comenzó a moverse de antro hacia afuera.

Una oleada de éxtasis recorrió todo mi cuerpo, estaba segura que al día siguiente tendría piernas de gelatina.

Comenzó a ir cada vez más rápido, nunca había sentido algo parecido.

Barton se acercó a besarme, mis manos llegaron a su espalda y dejé algunos rasguños.

Sentí mis muslos contraerse y luego mi vientre, llegué al clímax mientras sentía que estaba en la gloria.

Sentí el cuerpo de Clint contraerse ligeramente y luego salió de mi interior.

Nuestras respiraciones eran agitadas y una capa de sudor recorría nuestros cuerpos.

Me recosté en el pecho de Clint y este sin pensarlo me abrazó.

Lo besé una vez más.

—¿Será mal momento para decir que me gustas?— hablé.

Él rió y besó mi frente.

—También me gustas.

Sonreí.

—¿De casualidad sabes de quién es esta habitación?— dije al recordar que entramos a la primera habitación que vi. 

Miró todo el lugar.

—Es de Bruce.

—Oh. Tendré que cambiar las sábanas y cobijas.

—No te preocupes, él lo entenderá.

Ambos reímos. Besé el hombro de Clint y acomode mi cabeza en su pecho. Había sido la mejor noche de mi vida.

One Shots ⇝ Marvel ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora