One Shots ⇝ Marvel ✔

Gambito

Era de noche, las calles estaban bastante tranquilas. Di vuelta a la calle y entré al bar donde hacen apuestas.

No es por nada, pero las cartas se me dan muy bien. Caminé hasta una mesa donde había un chico con una camisa morada y sombrero negro, detrás de él habían un par de chicas bastante atractivas.

En la mesa habían otros cuatro hombres.

—La apuesta mínima es de $100— dijo el de morado.

Puse el dinero sobre la mesa y me sonrió.

—Toma asiento, preciosa.

Así lo hice. Comenzamos a jugar, gané las primeras tres rondas y sólo sentía la mirada del chico de morado, parecía divertido y muy calmado.

—¿Cuál es su nombre señorita?

—Depende.

—¿De que?— me miró con extrañeza

—De cuales son sus intenciones conmigo.

Se relajó bastante y su sonrisa se amplió.

—Yo soy ‎Remy LeBeau, para servirte— hizo un movimiento con la mano y las chicas que estaba detrás de él se marcharon al igual que los otros jugadores.

—Mika Romano— sonreí.

—Mucho gusto señorita Romano, espero que me permita invitarle un trago.

—Me encantaría, señor LeBeau.

===Un año después===

Estaba en el departamento con Remy, y estábamos jugando cartas.

—Aceptalo, yo te gané y tu eres un mal perdedor— le di un trago a mi cerveza.

—Claro que no, tu eres una tramposa— se cruzó de brazos.

—Mira quien lo dice, Gambito.

—¡Oye! Eso no tiene nada que ver.

—Bueno, perdiste la partifa, así que paga— estiré mi mano en su dirección.

Remy alzó la mano y sus ojos se pusieron rojos, una carta salió volando de mi sudadera.

—Te lo dije hermosa, eres una tramposa.

No dije nada, sólo comencé a reír y me puse de pie.

—Así que tu tendrás que pagar.

Sonrió de lado.

—Bueno, pero la próxima te voy a ganar.

—Ya lo veremos.

Él estaba sentado sobre el sofá, me acerqué a él y me senté sobre sus piernas, me tomó de la cintura y lo comencé a besar.

Desabotone su camisa y se la quite. Él me quitó la sudadera y con sus manos recorrió toda mi espalda.

Me recoste en el sillón y Remy se puso sobre mi.

—Eres sencillamente perfecta.

Me volvió a besar como si su vida dependiera de eso. Después de todo, creo que no estuvo tan mal haber perdido.