Steve Rogers

9.9K 569 48
                                    

—Nat, te he dicho un millón de veces que no me interesa salir con nadie.

—Estás literalmente casada con tu trabajo... necesitas salir un poco más.

—Natasha, en serio. No más citas a ciegas.

La pelirroja rodó los ojos.

—Sí, claro. Lo que digas.

—Nos vemos luego, tengo que ir a entrenar.

—No te sobre-esfuerces.

Raisa comenzó a correr, volteó y se despidió con la mano. La chica es agente de SHIELD, y como bien lo había dicho su mejor amiga, literalmente estaba casada con su trabajo. No había nada más en su vida y para ser sinceros, no había nada que le interesara más.

• • •

Natasha lo había logrado, luego de insistirle durante semana Raisa había aceptado una cita a ciegas.

—No lo sé, Nat. Me siento ridícula usando un vestido tan... entallado.

—Luces bellísima, ese chico es perfecto para ti. Es un amigo y también tardé una eternidad en convencerlo.

—¿Lo ves? Él no quiere salir conmigo.

—Raisa, suficiente. Si no te sientes cómoda te puedes ir de allí.

La nombrada suspiró rendida. A sus 24 años sólo había salido con un chico, el cual fue cuando tenía 15 y no pasó nada más que tomarse de las manos.

—Bien... lo haré.

Natasha se le sonrió a su amiga. Raisa había sido su mejor amiga desde hace años y quería verla feliz, que se despegara un poco del trabajo y se divirtiera más.

—No necesitas armas, sólo irás a cenar.

La pelirroja extendió su mano, Raisa la miró mal y sacó su arma y se la entregó.

—También la navaja.

Raisa rodó los ojos y se la entregó.

—Prometo que no traigo más.

—Bien. Entonces, es la hora.

Natasha era la más emocionada.

Llegó al restaurante, no estaba segura de a quién buscaba exactamente pues Natasha no había dicho mucho.

—¿Tiene reservación, señorita?— preguntó el mesero. 

—Oh... sí— dijo un poco dudosa— busco a... creo que su nombre era Stephen o Sven... Steve, Steve Rogers.

El hombre miró su libreta y asintió.

—Claro, ya llegó. Sígame por favor.

Raisa asintió y caminó detrás del mesero. Pararon junto a una mesa.

El hombre que estaba sentado se puso de pie inmediatamente al notar a las dos personas.

Se notaba muy nervioso.

El mesero ayudó a sentar a Raisa y se retiró.

—¿Steve, cierto?

—El mismo. ¿Raisa?

—En persona.

El ambiente era realmente incómodo, no sabían cómo comenzar una conversación.

—¿De dónde conoces a Natasha?

—Estudiamos juntas en Rusia.

—Que bien.

—¿Qué hay de ti?

One Shots ⇝ Marvel ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora