One Shots ⇝ Marvel ✔

Matt Murdock

Ya era tarde y yo aún seguía en la oficina, lo peor de todo era que aún faltaban bastantes cosas.

—Deberías regresar a casa— me dijo Dan, mi jefe.

—No te preocupes, aún falta mucho y  no es por nada, pero no creo que lo termines tu sólo para mañana a las 6 de la mañana.

Los dos soltamos una pequeña risa.

—Lamento tener que darte la razón— me dijo.

Continuamos trabajando hasta eso de las tres de la mañana. Mi celular comenzó a sonar. Vi la pantalla y era Matt, sólo lo ignore y continué con lo mío.

Sin embargo, el teléfono insistía.

—Deberías contestar— me dijo Dan.

Lo miré mal pero tomé el aparato y contesté la llamada.

—¿Sí, señor Murdock?— Dan soltó una risa yo rodé los ojos.

—¿Dónde estás? ¿Por qué aún no llegas a casa?

—Disculpe, pero estoy ocupada para atender su llamada, si necesita algo le pido que lo diga.

—Te necesito a ti...— dijo en un susurro.

—Te recomiendo que vayas y se lo digas a Karen, seguramente estará feliz de escucharlo.

—Dios ____, ya te dije que no hay nada entre ella y yo.

Miré a Dan, que también me miraba preocupado.

—Es enserio, Matthew. Estoy muy ocupada. Hablamos de esto luego.

—Bien, pero promete que lo haremos.

—Si, lo prometo.

Corté la llamada y seguí con mi trabajo. Aunque no me podía concentrar, no podía dejar de pensar en esa escena que había visto de Matt y Karen besándose. Me dolía, y mucho, pero no iba a ser una tonta y regresar con Matt como si nada hubiera pasado.

—Será mejor que regreses a casa y arregles las cosas con Matt— Me dijo Dan.

—No, estoy bien.

—No lo estás. Además no te pregunté, es una orden.

—Pero aún faltan dos cajas de archivos.

—Llamaré a Nathan para que venga a ayudarme.

—Bien, nos vemos más tarde.

—Nos vemos.

Me coloqué mi abrigo y tomé mi bolsa. Bajé por el ascensor. En la entrada estaba Víctor,  el guardia de seguridad.

—Hasta  luego— Le dije y este asintió con una sonrisa.

Caminé hasta el departamento que compartía con Matt, no quedaba muy lejos de mi trabajo, así que no tardé en llegar.

Al llegar, me estaba arrepintiendo de haber ido, sólo me quedé mirando la puerta por algunos minutos. Finalmente decidí entrar, todo estaba oscuro como de costumbre, pero habían algunas cosas tiradas en el suelo.

—¿Matt?— no recibí respuesta. Dejé caer mi bolso y comencé a correr a la sala, ahí estaba Matt, pero estaba tirado y le escurría sangre —¡Matt!

Matt respiraba con dificultad. No sabía que hacer, si llamaba a una ambulancia, me preguntarian por lo sucedido y no puedo decirles que Matt Murdock es Daredevil. Entonces, llamé a Foggy, él siempre sabe que hacer.

No tardó mucho en llegar y con su ayuda, curamos a Matt. Lo dejamos recostado en el sillón y nosotros nos sentamos en el sillón de enfrente, le di una cerveza a Foggy y los dos tomamos.

—Creí que estaban peleados— Me dijo Foggy.

—Lo estamos, pero me llamó hace como una hora, quería que habláramos.

—Me alegra que hayas venido, Matt no hubiera pasado la noche en esas condiciones.

—También me alegra haber venido, aunque no sé... no quería venir.

—¿Es por Karen?— asenti.

—A Karen le gusta Matt, yo ya no sé lo que siente Matt, sé que yo lo amo, o lo amaba, pero me dolió su traición ¿sabes? Tres años... y todo se terminó por un maldito beso.

—Yo creo que Matt te ama, lo de Karen... Seguramente fue un malentendido, conozco a Matt desde hace mucho y él no sería capaz de hacerte algo así.

—¿Entonces por qué lo hizo?

—Para que Karen dejara de molestar— dijo Matt en un susurro.

Foggy y yo lo miramos. Rápidamente nos levantamos para verlo, pero se veía bien.

—¿Qué quieres decir?

—Será mejor que yo me vaya— dijo Foggy— Llama si necesitas algo.

Foggy se marchó y sólo quedamos Matt y yo en la oscuridad... Aunque con el gran cartel brillante que está frente a la ventana.

Me senté junto a Matt, puse mi mano en su mejilla y lo acaricie con delicadeza.

—¿Qué quieres decir Matthew?— pregunté.

—Karen, ella me dijo que si la besaba, no volvería a insistir conmigo y nos dejaría en paz, acepté,  sabía que no te agradaba nada Karen y la besé,  pero no contaba con que tu estarías cerca... Te amo más de lo que te imaginas y me doleria perderte...

—Matt...

—Perdón— dijo.

—Está bien, eres un idiota, pero te amo así.

Matt rió.

—Eres buena arruinando momentos románticos— reí.

—No lo arruines tu— dije.

Me acerqué hasta unir mis labios con los de él, amo a Matt y nada hará que cambie de opinión.