Había pasado una semana sin otra foto del diario El Profeta de la familia Malfoy. Todavía había artículos con hipótesis sobre lo que Draco haría ahora, o si visitaría a Lucius pronto, pero fueron asignados a las páginas intermedias del Profeta, probablemente no valdrían mucho sin datos o una foto. Hermione cerró el papel y lo metió en los cajones junto a la caja registradora. Tuvo la suerte de tener suficiente espacio en el escritorio de registro en forma de U para trabajar en varias cosas a la vez. Miró alrededor de la librería vacía y aspiró su aroma favorito: libros. Probablemente fue una de las principales razones por las que eligió solicitar un puesto de medio tiempo en Cornerstone Books. El olor. Hermione extrañaba a veces la biblioteca de Hogwarts más que la casa de su infancia. Fue el olor. Le recordaba a arreglar cosas y el poder del conocimiento y la magia.
La puerta principal se abrió con un ruido sordo, provocando una ráfaga de viento, y su cabello se levantó del cuello antes de asentarse nuevamente. El posicionamiento de Cornerstone Books en la esquina de Diagon Alley y Horizont Alley fue afortunado para la comercialización, pero desafortunado para los túneles de viento y tornados creados en la esquina. Hermione se acarició el cabello y miró hacia arriba para ver a la bruja que siempre visitaba a las 11 AM los sábados. El corazón de Hermione dio un vuelco cuando se dio cuenta de que eran solo las 11 de la mañana.
La bruja miró a Hermione mientras corría hacia atrás. Hermione se arriesgó a sonreír pero sabía que era inútil. La bruja nunca había hablado ni sonreído, lo que le recordaba inquietantemente a Hermione a Bathilda Bagshot, o más exactamente, el cadáver de Bathilda Bagshot. Ella le había preguntado a Morty sobre la bruja desde el principio, preguntándose si debería estar atenta a los libros perdidos, pero Morty insistió en que la bruja había sido una clienta leal, aunque nunca había comprado nada.
Hermione agarró la pila de libros para colocar en los estantes y se dirigió a la sección de ficción. Los colocó en los lugares que les correspondían, reorganizando algunos títulos mal archivados en su trabajo. Honestamente, ¿quién en su sano juicio sería tan irrespetuoso como para sacar un libro de un estante, mirarlo y luego volver a colocarlo en otro estante? Hermione había colocado una canasta "Para ser archivada" en cada sección de la tienda, esperando que los clientes la usaran.
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The Right Thing to do (Traduccion)
RomanceHermione volvió a sentir el martilleo en los oídos. Lo vería por primera vez desde el Gran comedor, demacrado, afligido, en la mesa de Slytherin con su madre agarrándolo del brazo. Ella no había tenido la intención de buscarlo. No en los pasillos, n...