El martes por la noche, cruzó la chimenea para llegar al salón de té. Se mordió el interior de la mejilla, preguntándose si esta era la decisión correcta, pero al final supo que si podía asegurar las siguientes tres cuotas de la herencia, todo desaparecería.
Se sentó en una de las mesas cercanas y esperó hasta las 7:59 pm cuando se abrió la puerta de la oficina de Madame Michele. La pequeña mujer la examinó a través de sus lentes. Hermione se puso de pie.-Mz Granger. Le dije que no tomaría más clases.-Hermione tragó.
-Hubo un malentendido, me temo. Tengo la intención de terminar estas clases y continuar con el trato que tuve con Lucius Malfoy. Le agradecería que se lo transmitiera.
Madame Michele enarcó una ceja nerviosa. -Muy bien, Mz Granger. Haré mi mejor esfuerzo.
~*~
Hermione le había enviado una lechuza a Monsieur DuBois el lunes para reprogramar la clase de diseño de interiores en la que Draco había fallado, y Madame Bernard, cuya clase de anfitrión Hermione había pospuesto el domingo por la mañana. Madame Bernard había accedido a reunirse a las 9 p.m. el martes directamente después de Madame Michele, y Monsieur DuBois había dicho que solo el miércoles a las 7 a.m. funcionaría para él.Tenía la sensación de que todos habían planeado esto. Llegó al trabajo el miércoles por la mañana a las ocho y cinco, bostezando. Draco estaba allí cuando se abrió el ascensor y enarcó una ceja mientras le entregaba una taza de café.
-¿Noche difícil?
-Si.-No se molestó en inventar ningún tipo de excusa. Bebió un sorbo de café mientras caminaban hacia su oficina, como todas las mañanas. Mientras se apartaba la taza de los labios, vio a Kelsey, la asociada de Mockridge, mirarlos a los dos y sonreír en su escritorio. Hermione parpadeó. ¿Fueron demasiado obvios?
-He decidido un plan para el almuerzo.-dijo Draco, y Hermione se concentró en él. -Algo para recuperar nuestra privacidad.-e susurró. Cornelia Waterstone también se había estrellado en el almuerzo ayer. Y ayer, Waterstone aceptó cuando Draco le ofreció almorzar con ellos. No habían tenido relaciones sexuales desde el lunes, ni siquiera se habían tocado. Lo que de repente fue muy evidente para Hermione cuando Draco la guió hasta su propia puerta, con la mano en la espalda. Draco continuó.-He reservado una reunión sobre el Programa de Integración de los nacidos de muggles para esta tarde. No necesitaremos ningún consejo de Wizengamot sobre eso.-Él arqueó una ceja hacia ella.
-Y, supongo, podríamos hablar de eso.-Él le guiñó un ojo y, como estaba de espaldas al suelo de la oficina, ella fue la única que lo vio.Ella mató la sonrisa en sus labios.-Tengo la reunión de almuerzo con Viktor hoy, ¿recuerdas?.-Vio morir el sueño en su rostro.
-Ah, sí. Viktor.-Su sonrisa no llegó a sus ojos. -¿Quizas mañana?
-Tengo una reunión mañana a la hora del almuerzo. Y luego estaré fuera de la ciudad el viernes.-Él le frunció el ceño.-¿Estás libre mañana por la noche?
Ella le parpadeó. ¿Mañana por la noche? ¿Como en ... una cita real? ¿Y no solo un pañuelo durante la hora del almuerzo?
-Er ... supongo que sí.- ¡Clase de baile! -Quiero decir, er, no. No lo estoy, en realidad.-Ella apartó la mirada de él. -Pero estoy libre esta noche.-Ella le devolvio la mirada. Ella no tenía idea de lo que había planeado, pero si quería verla en cualquier puesto oficial, lo haría.
Hizo un puchero.-Esta noche no es buena para mí.-Miró el marco de la puerta.-Encontraré algo.-Él volvió a mirarla y le tocó la cadera ligeramente antes de alejarse. Estaba segura de que nadie podía ver, pero aun así se derritió un poco.
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The Right Thing to do (Traduccion)
RomanceHermione volvió a sentir el martilleo en los oídos. Lo vería por primera vez desde el Gran comedor, demacrado, afligido, en la mesa de Slytherin con su madre agarrándolo del brazo. Ella no había tenido la intención de buscarlo. No en los pasillos, n...