A las cuatro menos cinco, Morty bajó las escaleras y empezó a recoger la caja registradora.-Déjame, um ...-Hermione tomó algunos volúmenes que había sacado de los estantes para un caballero esa mañana.
-Ah-ah-ah -Morty cloqueó. Él le quitó los libros.-Creo que sé adónde van.-dijo, arqueando una ceja.-Además. ¿De verdad quieres llegar tarde a tomar el té con Narcissa Malfoy?
Hermione miró el reloj. Tres minutos hasta las cuatro. No, suponía que llegar tarde al té sería peor que el té. Pero poniéndola de pie todos juntos ...-¡Fuera!.-Morty dijo, leyendo su mente.-Abrí mi Floo arriba, así que puedes ir directamente a la Mansión.-El corazón de Hermione dio un brinco.
-Está bien.-dijo, agarrando su bolso.-Pero no he terminado de actualizar el libro mayor. Así que asegúrese de agregar...
-Entendido. Adiós.-Morty la despidió con un gesto.
Hermione se desplomó y subió las escaleras. La dulce esposa de Morty, Maggie, la dejó entrar en su apartamento y le dio el polvo Flu. Estuvo tentada de iniciar una conversación con Maggie para retrasar el proceso, pero Maggie saludó y desapareció en la cocina.
Hermione comprobó su reflejo en el espejo del manto. De hecho, le había pedido a Ginny que trabajara con su cabello hoy. No la dejaba maquillarse, pero Ginny se lo había vuelto a poner en la trenza que había hecho hace unas semanas antes cuando le contó a Hermione sobre la práctica de Quidditch el día anterior, diciéndole que Draco había estado irritable y distraído. Bueno. Entonces Hermione había encontrado algo adecuado para usar que no estaba hecho de mezclilla, pero, de nuevo, lo que podría ser "adecuado" para usar para el té de la tarde en Malfoy Manor. Hermione se había decidido por una falda que le había prestado Ginny y una blusa que había tomado prestada del fondo de su propio armario.
Hermione respiró hondo. Agarró un puñado de polvos flu y susurró.-Mansión Malfoy.-mientras las llamas se volvían verdes. Salió de una opulenta chimenea. Mármol blanco por todas partes. Se había distraído un poco la última vez que había estado en la Mansión Malfoy, así que volver a verla, como invitada, fue impresionante. Ella no estaba en el salón, afortunadamente. No fue hasta que cruzó la chimenea que Hermione se dio cuenta de que podría estar tomando el té con Narcissa Malfoy en la misma habitación que su hermana la torturaba. Se preguntó cuál era el hechizo para limpiar la sangre de las alfombras. Justo cuando estaba terminando de admirar el salón, un pequeño elfo doméstico dobló una esquina y se tambaleó hacia ella.
-¿Señorita Hermione Granger?
-Sí, hola.-Hermione sonrió pensando en el libro de historia de los elfos domésticos sentado en el sofá de Narcissa Malfoy.
-¿Podrías venir con Mippy?.-La pequeña elfa le hizo una reverencia y luego se volvió para llevársela.
Mippy la condujo por el pasillo pasando una gran escalera que Hermione trató de no reconocer. Pasó junto a bustos de hombres Malfoy del pasado, todos con los mismos ojos grises, terminando con Lucius. Ella se estremeció ante el parecido. Mippy se detuvo ante un par de puertas. Llamó dos veces y luego entró, abriendo las puertas de par en par para Hermione.
-Señorita Hermione Granger para verla, señora.-Narcissa Malfoy estaba bañada por la luz del sol que entraba por las ventanas del oeste.
Los rayos rebotaron en su largo cabello y se esparcieron por la habitación. Se levantó de su silla cuando Hermione entró, y Hermione sintió que Hera la estaba dando la bienvenida al Monte Olimpo.
-Señorita Granger.-Narcissa flotó hacia ella. Extendió su mano y Hermione la tomó.-Estoy muy agradecida de que hayas podido venir a tomar el té hoy.-Narcissa apretó su otra mano alrededor de la de Hermione y la miró profundamente a los ojos.-Quiero tener la oportunidad de conocerte mejor.
ESTÁS LEYENDO
The Right Thing to do (Traduccion)
RomanceHermione volvió a sentir el martilleo en los oídos. Lo vería por primera vez desde el Gran comedor, demacrado, afligido, en la mesa de Slytherin con su madre agarrándolo del brazo. Ella no había tenido la intención de buscarlo. No en los pasillos, n...