Entre tus Manos © [Terminada]

Capítulo 28 [Editado]

Antes que nada, ya no habrá advertencias dado que las personas que si se dan la molestia de leer una nota saben que hacer si esta el antiguo, por otro lado yo nunca dije que dejaría de escribir la nueva edición, solo dije de dejar de subirla a la app.

Por otro lado, respondiendo a un comentario sobre mi forma de expresarme en la nota, creo que yo estoy en mi derecho de expresarme como quiera mientras no le falte el respeto a nadie, sin nada más que añadir, espero que disfrutéis del capítulo ❤️❤️

Al día siguiente ella se marchó a acompañar a Gianni a una revisión y después a desayunar con su familia, yo evite ir excusándome en el trabajo, pero aunque quisiera concentrarme, no podía, mi mente era un maldito caos, un caos que tenía nombre y apellido, y que muy pronto sería mi esposa.

Bufé sintiéndome abrumado, mi móvil comenzó a sonar atrayendo mi atención, era Carlo, lo agarré contestando

— Tengo la información que querías—comentó de forma cantarina al otro lado de la línea

— Dime lo que tienes—

— Viene de una familia muy religiosa y rota, su padre se divorció de su madre cuando él tenía 15 años para irse con su amante mucho más joven, con la cual ahora tiene una familia, su madre no volvió a casarse, solo se dedicó al trabajo, la iglesia y su hijo—

— Carlo, eso me importa una mierda, quiero saber... sobre la relación que tuvo con Daniela—las últimas palabras me supieron amargas

— Eran novios desde que tenían 17 años, rompieron cuando él se marchó a Roma y te diré... que la dejó por llamada desde el aeropuerto, que cerdo—arquee una ceja ante su comentario

— ¿En serio tú estás diciendo eso?, Tú, que cuando te acuestas con una mujer, dejas una nota y desapareces—

— Es diferente—

— ¿Por qué?—cuestioné frunciendo el ceño

— Por qué se trata de mi cuñada—dijo con seriedad, negué con la cabeza sonriendo levemente

— ¿Que más sabes?—

— Pues no mucho, el tipejo nada más llegar, comenzó a salir con otras mujeres—

— Entiendo, ¿Cómo llegó a trabajar para el ministro?—cuestioné levantándome de la silla

— Pues a través de la hija, ella fue su novia durante un tiempo, volvieron a tener contacto hace unos meses y ella lo recomendó con su padre—

— Ya veo...—dije saliendo del despacho caminando hacia la cocina

— ¿Algo más que quieras saber?—

— No, por ahora déjalo así, no creo que ese imbécil me cause más problemas, no si quiere conservar su trabajo—comenté con una sonrisa ladeada— Por cierto, recuerdo que tienes un viaje pendiente—escuché un bufido por su parte

— ¿Es necesario que vaya?—cuestionó en tono lastimero

— Si, lo es, necesito cerrar ese negocio de una vez—dije serio sirviéndome un vaso de agua

— Está bien, tú ganas—suspiró haciendo que rodara los ojos, escuché como la puerta de la entrada se abría y Zeus ladró corriendo hacia esta, por ella apareció la dueña de mis perturbaciones

— Ya seguiremos hablando, adiós—colgué la llamada dejando el móvil encima de la encimera

— ¿Qué haces aquí tan pronto?—cuestioné apoyando mis manos en la encimera