Entre tus Manos © [Terminada]

Capítulo 33 [Editado]

Hola, aquí paso a dejar otro capítulo, siento el retraso, pero como ya sabéis últimamente no estoy bien, y bueno hago lo que puedo, espero que os guste este capítulo, espero tener el siguiente muy pronto, besitos ❤️

Después de lo sucedido, todos se marcharon, menos Isabella y sus hijas que dormían en la habitación de invitados, nos encontrábamos sentados en los sofás en silencio, ambos contemplábamos a Isabella que tenía la mirada perdida en un punto fijo con una copa de vino vacía en sus manos.

— Isa... Deberías—

— Siento mucho haber estropeado la cena—interrumpió a Fabrizio— Pero ya no podía más—

— No te preocupes por eso—respondí ofreciéndole una sonrisa, ella me la devolvió, pero en la suya había tristeza

Nos mantuvimos de nuevo en un silencio en el que nadie sabía qué decir, de repente ella suspiró volviendo a llenarse la copa.

— Tenías razón, no debí casarme tan joven... y menos con alguien que seguía pegado a las faldas de su mamá—dijo lo último con burla, se quedó contemplando su copa llena, volvió a suspirar dejándola encima de la mesita

— ¿Ya no lo amas?—preguntó Fabrizio haciendo que ella guardase silencio por unos segundos

— Le tengo un profundo cariño, por qué a pesar de los problemas con su madre, fue un buen marido y es un buen padre... Pero ya no lo amo, mi amor por él fue desvaneciéndose con todos los problemas que jamás resolvimos, ni siquiera sé en qué punto dejé de amarle—murmuró por lo bajo en tono afligido, una lágrima escapó de sus ojos, pero se la limpio rápidamente dibujando una sonrisa

No tenía idea de que decir, miré a Fabrizio que solo se sentó a su lado abrazándola con cariño, al poco se despidió marchándose a la cama, nosotros decidimos imitar su acción.

— Es una situación triste—comenté metiéndome en la cama, Fabrizio suspiró dejando su móvil en la mesita de noche

— Ella es fuerte, lo que me preocupa son las niñas, no sé cómo se tomarán esto—dijo con preocupación

— Tendrán que explicarles las cosas lo mejor que puedan, y hacerles entender que no es culpa de ellas, aunque son pequeñas, son muy inteligentes—él asintió mirando a la nada, guardó silencio unos instantes

— El día que me dijo que iba a casarse...me opuse en rotundo, era demasiado joven, pero ella me dijo que él sin duda alguna, era su amor verdadero, sin lugar a duda, se equivocó—

— El amor es un misterio, la persona que creemos que será el amor de nuestra vida, resulta que no lo es, y si lo es la persona más inesperada—comenté mirándolo con una pequeña sonrisa la cual borré en cuanto sus ojos se posaron en los míos mirándome con frialdad

— El amor, es solo una ilusión que te ciega y te incita a cometer actos estúpidos por otra persona—

— No es verdad, el amor es un sentimiento hermoso, el más hermoso que puedes sentir por otra persona—respondí sintiendo mi pecho arder, se quedó observándome fijamente durante unos instantes, hasta que finalmente sonrió de lado

— Veo que eres de las que cree firmemente en el amor—

— Sí, creo que todos tenemos a nuestra otra mitad en algún lugar, que todos amamos aunque sea una vez en la vida—comenté firmemente, su sonrisa se volvió burlona

— El amor, es algo que te desgarra el corazón, te hace añicos, algo que se supone que es bueno, no debería ser así—

— Son las personas las que hacen daño, no el amor—contesté afligida ante su actitud