Ana entró primera a la habitación de Hugo.
- ¿Mamá?
- Sí cariño, ¿cómo estás? – dijo Ana nerviosa, inspeccionándole de arriba abajo y llenándole la cara de besos.
- Bien, bien... -contestó Hugo mientras se dejaba hacer - ¿Y la enana?
- Se ha ido a dormir a casa de un niño de su clase – contestó Ana – Gerard, no sé si lo conoces.
- ¿Gerard? –dijo Hugo descolocado - ¿Y cómo has contactado con sus padres, si nunca has hablado con ninguno de ellos?
- Verás – se explicó Ana – es que hay alguien que ha venido a verte.
- ¿Quién? –dijo mirando a la puerta.
Eva que estaba esperando a poder hablar con él, se asomó a la puerta.
- ¿Tú? – dijo Hugo incrédulo – ¿Qué haces tú aquí? Todo esto es por tu culpa.
Eva se retiró hacia el pasillo otra vez y empezó a llorar de nuevo.
- ¡Hugo! Podrías ser un poco más considerado, en cuanto se ha enterado de que eras tú ha venido corriendo.
- ¿Y qué? Todo esto es su culpa.
- No seas tan duro con ella, lo está pasando muy mal.
Ana le contó a Hugo la charla que había tenido con Eva y todo lo que ésta le había contado sobre ella misma. Eva desde el pasillo pudo oír toda la conversación y volvió a llorar; hacía tiempo que no lloraba tanto, pero todo lo del día de hoy la había superado.
- ¿Entiendes? –le preguntó Ana a Hugo.
- Sí.
- ¿Quieres que la haga pasar?
- Está bien.
Ana salió a fuera, le secó las lágrimas a Eva y le dijo que pasara; pero cuando estaba a punto de entrar se empezó a escuchar a la máquina de las constantes vitales muy alterada "pi, pi, pi, pi, pi". Ana entró corriendo a la habitación.
- Eva llama al médico – le chilló.
- ¡Voy!
Eva llamó al doctor y éste entró con una enfermera a la habitación mientras ella se quedaba en shock en el pasillo. Ana salió y cerró la puerta tras ella; a los pocos minutos salieron médico y enfermera.
- Ha sido un susto; se le ha acelerado demasiado el corazón por algo, cómo si se hubiera enterado de algo muy fuerte o cómo si le hubieran dado una noticia inesperada. Será mejor que lo dejemos descansar por hoy, está sedado y hasta mañana no despertará.
- Muchas gracias de nuevo – dijo Ana – Eva, será mejor que vayas para casa, toma dinero para un taxi, aquí ya no hay nada más que hacer hasta mañana y solo hay un sillón ahí dentro. Además mañana tienes clase y ya es muy tarde.
- Está bien –dijo Eva cogiendo el dinero - ¿Puedes hacerme un favor?
- Claro hija.
- Dile que me perdone. Y que mañana después de clase vendré a ver cómo está.
- Muy bien cariño – le dijo dándole un beso – que descanses.
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Te necesito
FanfictionEva, 17 años, estudiante de primero de bachillerato. Es la chica más popular del instituto, incluso más que Anaju de segundo de bachillerato. Eva no va muy bien en los estudios y es una de las chicas propuestas para repetir curso. No tiene novio, pe...