Te necesito

16. PRIMERA NOCHE JUNTOS

Cuando Eva llegó a casa de Hugo, éste la estaba esperando de pié en la puerta con las muletas. Eva nada más verlo se tiro a sus brazos llorando.

- Eva, ¿qué pasa? – dijo Hugo sorprendido por aquel abrazo y por la manera que tenía Eva de llorar.

- Hugo – dijo entre sollozos – Rafa me ha intentado... - no pudo acabar la frase y vomitó encima de Hugo.

- ¡Joder Eva!

- Lo siento – siguió llorando.

- Pasa anda, vamos a mi cuarto, ¿te encuentras mejor?

- Sí... – dijo mientras se sentaba en la cama. Él aprovechaba para cambiarse de ropa, delante de ella, no le importaba ya lo había visto en calzoncillos en la fiesta de Sam así que, ¿qué más daba?

- Esto... ¿espero fuera? – dijo Eva viendo cómo él se había quedado en calzoncillos.

- No, no, tranquila, es un momento – se puso otra camiseta y otro pantalón y se sentó a su lado.

- Está bien –dijo Eva girándose para el otro lado.

- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué me has llamado a estas horas? ¿Estás bien?

- Sí ahora sí, pero es que estaba en la fiesta y – se le escaparon unas cuantas lágrimas otra vez - es que Rafa...

- ¿Qué Eva, qué ha pasado con Rafa? - dijo Hugo pasándose las manos por la cabeza con nerviosismo.

- Que me ha forzado - confesó Eva bajando la cabeza.

- ¿Qué? - Hugo no quería creerse lo que estaba escuchando.

- Bueno, no lo ha conseguido pero lo ha intentado y después he salido corriendo y... aquí estoy.

- Hijo de puta – dice Hugo por lo bajo.

- He pasado mucho miedo. Pensaba que lo iba a conseguir.

- Ven anda – le dijo atrayéndola hacia él y dándole un abrazo. No podía verla así, le mataba verla llorar – Relájate, voy a por algo de beber – cogió una muleta y salió de la habitación.

Hugo fue a la cocina y cogió un par de coca-colas y volvió a la habitación. Cuando llegó se encontró a Eva en bragas y sujetador y profundamente dormida en su cama.

- Pe... pero... ¿Y ahora qué hago? – se dijo a sí mismo – ¿me tumbo a su lado?, ¿la despierto? – se acerca a ella y la sacude suavemente por el brazo – eh Eva – ella parece no reaccionar – pues qué bien oye, voy a dormir con la chica que me gusta semi-desnuda en mi cama y no voy a hacer nada, si es que vamos normal que sea el paleto del insti... en fin – dijo pasándole por encima las sábanas – Buenas noches Eva – le dio un beso en la mejilla, se tumbó a su lado y se quedó dormido.

Por la mañana, Anne entró corriendo a despertar a Hugo.

- ¡Hugo! – chilló entrando en la habitación y quedándose parada segundos después.

- Shh, enana – dijo él – va, vete que ahora bajo.

Anne se fue de la habitación dejándolos solos. Hugo la observaba, la verdad que era perfecta, la sábana se ajustaba perfectamente a su cuerpo y su cara estaba serena, como si estuviera soñando con algo muy bonito. De repente Eva abrió los ojos.

- ¡AAAAH! – chilló Eva mientras se tapaba más con las sábanas.

- Tranquila, tranquila – dijo él saliendo de la cama como pudo – ¡qué susto Eva!

- ¿Qué hago aquí? ¿Qué hacemos juntos en la cama? y lo más importante ¿Qué hago medio desnuda?

Hugo le explicó todo lo que paso la noche anterior, que había llegado a casa llorando, el por qué lloraba, y el motivo por el cual estaba medio desnuda en su cama.

- ¡Ah vale! Pensaba que tú y yo... - dijo Eva aliviada – o sea, no te lo tomes a mal, no quiero decir que tú y yo no podamos... - dijo intentando rectificar – sólo que como iba borracha y eso y...

- Tranquila Eva, entre tú y yo no ha pasado nada, ni va a pasar nunca – dijo Hugo ofendido – y ahora si no te importa – dijo a la vez que le abría la puerta de la habitación – tengo que estudiar.

- Ya, ya entiendo, ya me voy. – La había cagado.

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