Te necesito

33. PLANES

Al acabar la clase, Eva salió con Sam y Mai a fumar a fuera. Al momento salió Laura a fumar también.

-         ¡Hola! – dijo Laura sonriente.

-         Hola – contestaron las tres sin ganas.

-         ¿Te has fijado ya en algún chico? – preguntó Eva.

-         Sí, hay uno en clase... el que estaba sentado a tú lado... - confesó Laura.

-         Pues ¿sabes qué?

-         ¿Qué? Tiene novia, ¿no? – dijo Laura desilusionada.

-         Pues sí. Y soy yo. Así que ni se te ocurra acercarte a él – dijo Eva volviendo a sacar la chulería que hacía tiempo que no sacaba.

-         Vale, vale, tranquila, que yo solo lo comentaba, no pretendo hacer nada con él.

-         Más te vale – dijo Eva dándole la última calada al cigarro y volviendo para clase.

...

-         Has hecho bien Eva – dijo Sam.

-         Sí, hay que dejar las cosas claras a las nuevas desde el principio – la apoyó Mai.

-         Quizá me he pasado – confesó Eva a sus amigas.

-         No, no, tía, has hecho bien en dejárselo claro, de verdad.

-         Ya, pero ¿y si aún así intenta algo?

-         Pues si intenta algo, ella será una zorra y Hugo te habrá demostrado que merece muy poco la pena. Pero ¿no confías en él o qué?

-         En él confío ciegamente, en la que no confío es en ella.

Laura se había quedado a la puerta del instituto pensando en lo que Eva le había dicho.

-         ¿Qué no me acerque a él? Se va a enterar la chula ésta – dijo Laura en un susurro a la vez que tiraba lo que le quedaba de cigarro.

Entró corriendo a clase. Eva aún estaba en el pasillo charlando con sus amigas y Hugo esperaba dentro de clase a que su novia entrara. Laura se adelantó y se sentó en el sitio donde se iba a sentar Eva.

-         Hola – dijo ella.

-         Hola – le contestó Hugo sorprendido – Aquí se iba a sentar Eva.

-         Ya, bueno, solo quería hablar un poco contigo.

-         Ah...

-         Estáis muy bien ¿no?

-         La verdad que todo va perfectamente. Pero... ¿nos conoces de algo?

-         No, no, solo os he visto en la clase anterior y se os ve muy bien – dijo Laura sonriendo.

-         Sí, no nos podemos quejar – dijo él sonriéndole también.

Fuera de clase, Eva los observaba.

-         Encima tendrá el morro de decirme que solo intenta ser amable – dijo Eva cabreada.

-         Menuda guarra... a ésta hay que hacerle alguna – dijo Sam.

-         Mmmm... ¿Fiesta el finde en tu casa? – dijo Eva dirigiéndose a Sam.

-         Hecho, que mis padres se van a Valencia todo el finde.

-         Perfecto. Se va a enterar.

Las tres entraron a clase y Eva se dirigió hacia Hugo.

-         ¿Me puedo sentar? – dijo ella.

-         Sí – contestó Laura – yo ya me iba.

Laura se levantó y le dio un beso en la mejilla a Hugo haciendo que los celos de Eva volvieran a entrar en acción.

-         ¿Por qué te ha besado? – dijo Eva enfadada.

-         No lo sé. Solo hemos hablado y luego has llegado tú y ya.

-         Ésta tía no sabe con quién está jugando...

-         Qué celosona estás tú últimamente ¿eh? – dijo Hugo cogiéndole la cara entre las manos y dándole un beso en los labios.

-         Es que no me gusta que toquen lo que es mío – dijo ella poniéndole morritos y haciendo que Hugo la volviera a besar.

-         Señor Cobo y señorita Barreiro, la última vez que les digo que no se besuqueen en clase – dijo el profesor con aire cansino una vez más.

Dicho esto último, Eva y Hugo se separaron, y el profesor siguió con su clase.

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