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18. PREPARATIVOS

Las ocho y media, Kike y Gerard están esperando a Eva para irse.

- ¡Venga niña que no tenemos toda la noche! – chilló Kike.

- Es que va a ver a su novio – dijo Gerard – y se tiene que poner muy guapa.

- ¿Eva y Hugo son novios? – preguntó Kike sorprendido.

- Aún no – respondió Gerard risueño.

- ¡Ya voy! – dijo Eva apareciendo por las escaleras.

- Vaya... - dijo Kike – eres igualita a tu madre.

Eva bajaba por las escaleras con un vestido negro ajustado a todo el cuerpo y que dejaba ver sus interminables piernas hasta por encima de la rodilla.

- ¿Contento? – preguntó Eva.

- Sí, sí, venga vamos – dijo Kike.

- Ves papá como se estaba poniendo guapa para Hugo.

- ¿Qué dices enano? – le dijo mientras le daba cariñosamente una colleja.

En casa de Ana, están Hugo y Anne sentados en el sofá, él con un traje de camisa y americana, y ella con un vestido azul. Mientras Ana en la cocina acababa de preparar las cosas les iba dando las ordenes de lo que iba a ser la noche.

- Y después del postre, Anne y Gerard podréis ir a jugar a la habitación. Y tú Hugo... tú y Eva te iba a decir que fuerais a dar una vuelta pero si ella está castigada...bueno hacer lo que queráis que ya sois mayorcitos.

Anne y Hugo no la escuchaban, estaban haciéndose cosquillas y jugando.

- Hugui... ¿Te puedo hacer una pregunta?

- Claro enana, dime.

- Tú... ¿quieres mucho, mucho a Eva?

- ¿Eh? – dijo Hugo sorprendido por la pregunta – yo la quiero como a una amiga.

- No es verdad, tú quieres como una amiga a Lorena la del pueblo pero a Eva la miras diferente – dijo Anne poniendo carita.

- Yo quiero mucho, mucho a todo el mundo, pero ¿sabes a quién quiero más que a nadie?

- ¿A quién? – preguntó Anne curiosa.

- A una enana a la que le encanta que le hagan cosquillas – dijo él mientras volvía a hacerle cosquillas a ella.

¡Ding – dong!

- ¡Niños! – dijo Ana – hagan el favor de comportarse ¿sí?

- Sí mamá.

Al otro lado de la puerta Kike, Eva y Gerard esperan a que les abran.

- Y por favor, pareced normales, Eva no te pongas chula, Gerard hijo...tú...intenta no romper nada – dijo Kike sabiendo lo patoso que era su hijo.

- Sí papá – respondieron al unísono mientras la puerta se abría.

Anne abrió la puerta y Gerard fue el primero en entrar.

- ¡Ven Gerard que me han comprado un libro nuevo!

Tras decir esto Anne desapareció por las escaleras con Gerard detrás. Kike que llevaba un ramo de flores se lo dio a Ana, qué sorprendida lo cogió.

- No hacía falta que trajeras nada.

- Ya, bueno... un detalle – contestó Kike nervioso.

- Pasad.

Ana y Kike fueron hacia la cocina a acabar de preparar las cosas dejando solos a Hugo y a Eva quienes se acomodaron en el salón sin mediar una palabra hasta que los llamaron a cenar.

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