4. LUNES ODIOSO

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Hugo ha pasado el peor fin de semana de su vida. Su primer beso con la chica de la que está enamorado desde primaria y va ella y se la juega. Pero lo peor estaba por llegar el lunes en el instituto.

- Cariño despierta – dijo Ana, la madre de Hugo – tienes que ir a clase.

- No mamá, no quiero ir – le dijo éste.

- Va, no te vuelvo a llamar ¿eh? Qué si no vas a llegar tarde – repitió su madre saliendo de la habitación.

Hugo se giró hacia el otro lado en la cama y se tapó hasta arriba.

- ¡Hugooo! – dijo una niña antes de tirarse encima de él – despierta Hugo que hoy me voy de excursión.

- Hola Annecita – dijo Hugo – no voy a ir a clase hoy.

- ¿Y eso por qué?

- Porqué estoy malito.

- Pues mamá dice que como no te levantes verás – dijo Anne quitándole la manta.

- Está bien, ya voy.

Hugo se dirige con Anne hacia el instituto, dejaría a Anne en el colegio situado en el edificio de al lado.

- ¡Anne! – dice un niño bajito y con gafas – menos mal que has llegado pensaba que tendría que ir solo a la excursión.

- Mira Hugo, éste es Gerard.

- ¡Hola! – dice Gerard risueño – tú vas a la clase de mi hermana, ¿verdad?

- ¿Eh? Pues no sé quien es tu hermana.

- Sí, se llama Eva – dijo el niño – te he visto en la foto esa que nos hacen a principio de curso.

- Ah... - dijo Hugo – bueno enana, te dejo aquí con tu amigo.

- Adiós Hugo, te quiero – le dice Anne dándole un beso a su hermano.

Ha llegado el momento, Hugo se dirige al instituto. Todo el mundo lo mira y cuchichea, hay fotos suyas en calzoncillos por todo el pasillo y en su taquilla una pintada que ponía "Bonitos calzoncillos, payaso".

- Joder Hugo – se dice a sí mismo – no sé quién te mandó ir a esa fiesta, con lo bien que estabas tú con tu vida.

No tenía que haber aceptado ir a aquella fiesta, ya era raro que le invitaran a una pero más raro aún era que lo hubiera hecho Eva.

- ¿Qué pasa friki? ¿Te gustó mi beso?

Todos los que estaban a su alrededor se reían a carcajadas, Hugo solo pudo agachar la cabeza y marcharse a clase.

La verdad que Eva no quería haber llegado a aquellos extremos pero no podía dejar que el marginado del instituto la vacilara delante de sus amigas. Ahora le daba pena, pero lo hecho, hecho estaba.

Todos entraron a clase. Hugo estaba sentado en primera fila intentando aguantarse las ganas de matar a alguien; Eva entra por la puerta con su ejército tras ella y se sienta justo detrás de él.

- Encima, ¿no piensa dejarme en paz nunca o qué? – susurra Hugo.

- Tranquilito Hugo, que ya has tenido tu merecido, ya te dejo tranquilo.

- Hombre, gracias ¿eh? Me acabas de destrozar más aún la vida, y encima me dices eso... ¿Te piensas que me estás haciendo un favor? Porqué todo lo contrario.

- Mira, no te pongas chulo conmigo si no quieres sufrir otra humillación pública como la del viernes.

Hugo se levanta y se va de clase.

- Señorito Cobo, ¿a dónde va? – dice el profesor.

- No me encuentro bien.

- Señorita Barreiro, acompáñelo.

- ¡Qué bien! – dice Hugo irónicamente.

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