20. CITA

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A las tres de la madrugada, Eva había conseguido salir de casa, no sabía cómo había conseguido que su padre se creyera la historia de que Sam estaba en la calle y que ella tenía una copia de las llaves de su casa. Se dirigía con la misma ropa que había llevado a la cena hacia el parque del instituto. Cuando llegó, se encontró a Hugo sentado en un banco y apoyado en las muletas.

- Hola – dijo ella sentándose a su lado.

- Hola – le contestó él.

- Bueno, ¿qué querías?

- ¿Yo? – dijo Hugo sorprendido.

- Si... - sacó la nota del bolso – me has dejado ésta nota en el monedero.

- Pero... - sacó la suya del bolsillo del pantalón – si me la has dejado tú a mí en mi almohada.

- No entiendo nada.

- Habrán sido los enanos, Anne estaba muy pesada con que le leyera un cuento.

- Y Gerard con que yo era muy vieja... le he tenido que enseñar el DNI para que me creyera – río Eva.

Se quedaron en silencio. Un silencio para nada incomodo, de esos silencios que se hacen cuando conoces tan bien a la otra persona que no hace falta nada más que estar juntos.

- Bueno – dijo Eva – es tarde ya, creo que voy a volver a casa.

- Sí, será lo mejor – afirmó Hugo.

Se levantaron y cada uno cogió rumbo a su casa.

- ¡Eva! – gritó Hugo, que se había girado hacia ella.

- ¿Sí? – se volvió Eva esperanzada.

- Buenas noches – sonrío Hugo.

- Buenas noches a ti también – dijo Eva.

Siguieron caminando hacia sus casas, Eva recibe un mensaje de Whatsapp.

"Eva, ven al parque otra vez porfa"

Eva dio la vuelta y volvió al parque pero no había nadie.

- Espero que no se esté vengando de mí por lo de la fiesta...

Alguien le tapó los ojos.

- ¿Hugo? – dijo algo asustada.

- Claro tonta, ¿quién si no?

- Me has asustado, idiota– dijo dándole un golpe en el brazo.

Hugo rió con esa sonrisa de medio lado que solo él sabía poner.

- ¿Nos sentamos? – preguntó él.

- Mientras no estemos callados como hace diez minutos – dijo ella.

Se sentaron en el mismo banco en el que se habían sentado un rato antes.

- ¿Jugamos a algo? – dijo Hugo.

- ¿A algo como qué?

- Mira ven, ponte de pié. Tú empiezas aquí, y yo en la otra punta del parque – dijo mientras se iba hacia su posición. – Ahora – continuó elevando un poco la voz – vamos a ir diciendo cosas que pensamos del otro sean buenas o malas, pero con las buenas avanzaremos un paso adelante y con las malas dos hacia atrás. ¿Juegas?

- Vale, pero empiezas tú.

- Hecho.

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Se viene 👀
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