30. AVENTURA (I)

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Pocas semanas después de la graduación, todos se fueron de vacaciones a un camping, cerca de la playa dónde había una calita preciosa a la que había que llegar atravesando una pequeña montaña. Una noche, Kike y Ana decidieron llevar a los peques a la bolera que había en un centro comercial no muy alejado de allí, Eva y Hugo consiguieron escaquearse para quedarse en los bungalós.

- Tengo una sorpresa para ti – dijo Hugo.

- ¿Ah sí? – dijo Eva abrazándolo por la cintura.

- Sí. Ven conmigo.

Hugo llevó a Eva a través de la montañita hasta llegar a la cala; a un lado se veía la muralla de un castillo, al otro más montaña, y delante, en medio del mar, había una gran roca con forma de dos caras besándose.

- Dios, bebé, esto es precioso – dijo Eva

- Ya ves, un sitio precioso para una mujer preciosa – dijo él.

- Ya pensaba que no me querías... llevas todo el día desaparecido y evitándome – dijo a la vez que le daba un pico – pensaba que me ibas a dejar.

- Verás Eva es que... yo... - dijo él poniendo cara de pena.

- ¿Me vas a dejar? – dijo ella angustiada y con los ojos que se le empezaban a llenar de lágrimas.

Hugo se sentó en una toalla que había llevado para no mancharse. Eva hizo lo mismo poniéndose a su lado y mirándolo.

- Dime – insistió Eva – ¿me vas a dejar?

- Espera aquí un momento.

Eva notaba a Hugo nervioso, no sabía lo que le pasaba, no sabía qué había ido mal para que él quisiera dejarla; no se había fijado en otros chicos, había pasado todo el tiempo del mundo con él, y encima ahora él quiere dejarla. Se giró hacia donde había desaparecido Hugo.

- ¿Hugo? ¿Dónde estás? – allí no había nadie. Eva se asustó - ¡Hugo! ¡No me hace ni pizca de gracia! – dijo poniéndose de pié.

- ¡Eva! – chilló Hugo desde una roca cerca de la muralla – ¡Eva! – repitió Hugo.

Eva se levantó y fue corriendo hacia donde venía la voz.

- ¡Eva por favor! – oía a Hugo – ¡Me duele mucho!

Llegó al sitio de donde provenía la voz. Se encontró a Hugo con la pierna metida entre dos rocas.

- ¿Pero qué te ha pasado? – dijo agachándose e intentando tirar de él.

- Eva, tienes que pedir ayuda.

- Yo no me voy de aquí sin ti – volvió a tirar de él.

- No puedo salir, ya lo he intentado.

- ¿Qué hacías para meter la pierna ahí?

- Estaba cogiendo una cosa que hay ahí un poco más arriba - dijo señalando otra roca más alta.

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¿Qué estaría intentando coger?

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