Te necesito

21. EL JUEGO

- ¿Jugamos a algo? – dijo Hugo.

- ¿A algo como qué?

- Mira ven, ponte de pié. Tú empiezas aquí, y yo en la otra punta del parque – dijo mientras se iba hacia su posición. – Ahora –continuó elevando un poco la voz – vamos a ir diciendo cosas que pensamos del otro sean buenas o malas, pero con las buenas avanzaremos un paso adelante y con las malas dos hacia atrás. ¿Juegas?

- Vale, pero empiezas tú.

- Hecho.

...

Ahí estaban los dos, a las tres de la madrugada en medio de un parque mirándose a los ojos y buscando las palabras adecuadas para empezar.

- Te gusta mucho ser el centro de atención – dijo Hugo, Eva retrocedió.

- Adoras a tu hermana Anne – avanzó Hugo.

- Y tú a Gerard – avanzó ella.

- Creo que has sufrido mucho y no solo por amor – Eva avanzó otra vez.

- Ser "el empollón" del instituto ha hecho que la gente no te conozca realmente – Hugo avanzó, ser el empollón había hecho que nadie le conociera.

- Me pareces muy guapa – dijo él, Eva avanzó.

- Detrás de tu pelo medio aplastado hay unos ojos verdes preciosos – se sinceró Eva haciendo avanzar a Hugo.

- Me gustan tus piernas – dijo Hugo haciendo a Eva sonrojarse y avanzar.

- Creo que tu primer beso te gustó mucho – dijo Eva dando ese punto de chulería que solo ella tenía y haciendo avanzar a Hugo.

- Yo creo que tú te arrepientes de no haberme conocido antes – "Touché" pensó Eva a la vez que avanzaba.

- Me gustó mucho dormir contigo anoche – confesó Hugo.

- Y a mí que te cambiaras delante de mí después de vomitarte encima – río Eva.

- Uy, pero ¿no decías que no te acordabas?

- Es de lo poco que me acuerdo, por algo sería... – dijo ésta escondiéndose detrás de su melena.

- Me encanta que cuando algo te da vergüenza te escondas detrás de tu pelo – le colocó un mechón detrás de la oreja.

- Me encanta haberte conocido.

- Tus ojos.

- Tu sonrisa.

- Tu boca –dijo él.

Estaban muy cerca. Tanto que podían sentir sus respiraciones y casi oír el latido de sus corazones. Ambos esperaban el ansiado beso estaban a segundos de volverse a besar, pero esta vez con sentimiento y no por un jueguito.

- ¡PLOF! – se oyó un ruido detrás de Eva.

- ¿Qué ha sido eso? – preguntó Hugo mirando hacia detrás de ella.

- ¿El qué? – Eva se giró pero no vio nada.

- Esto – dijo Hugo dándole un beso, cogiéndola por la cintura y pillando a Eva totalmente desprevenida.

Fue un beso ni corto ni largo, ni suave ni intenso, un beso que llevaban esperando casi desde que se conocieron.

- Perdón – dijo Hugo algo avergonzado, la verdad que ese no era su estilo.

- ¿Por qué? – le contestó Eva devolviéndole el beso y entrelazando sus manos detrás de su cuello.

Éste segundo sí que fue algo más pasional, Eva quería mostrarle que para ella, él era algo más que el friki, y él... él simplemente estaba como en un sueño. Desde primaria había querido estar así con ella, besarla y quién sabe si algún día ser algo más.

- Ahora sí Hugo, me voy a casa que es tarde y mi padre me va a matar.

- Está bien – dijo él poniéndole morritos.

Eva le dio un último beso en los labios y volvió para casa. Había sido la noche más increíble de su vida y todo gracias a Hugo.

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