Eva se giró hacia donde Hugo señalaba; había una pequeña caja.
- Cógela – dijo Hugo.
- Luego. Ahora lo importante es sacarte a ti de aquí. La marea está subiendo y no creo que tarde mucho en llegar aquí.
Eva salió corriendo hacia la playa, donde estaba la toalla; la cogió y volvió con Hugo.
- Me duele mucho Eva – dijo con los ojos llenos de lágrimas.
- Lo sé cariño. Vamos a hacer fuerza los dos a la vez, ¿vale?
Hugo asintió.
- Una, dos y tres – los dos tiraron hacia atrás sin éxito.
- Una, dos y tres – volvieron a tirar, pero nada.
El agua empezaba a cubrir a Hugo, solo quedaba una oportunidad para sacarlo de allí.
- Vale amor, no te pongas nervioso pero no tenemos mucho tiempo – dijo Eva.
- ¿Qué no me ponga nervioso? La marea está subiendo, tengo una pierna encajada entre dos rocas y tú te la estás jugando por mí.
- Va, por favor, tiramos a la de tres. Una, dos y tres.
Los dos tiraron con fuerza, y consiguieron sacarlo de ahí cayendo hacia atrás encima de Eva.
- ¿Estás bien? – preguntó Eva con la mano en la cabeza por el golpe que se había dado contra una roca.
- Sí. Me duele pero bien. ¿Y tú? – dijo mientras se ponía de pié y miraba la cabeza de Eva dónde se había golpeado – Te sale sangre, será mejor que vayamos a la enfermería.
Hugo se acercó a donde estaba aquella cajita y se la guardó en el bolsillo del bañador. Ambos se dirigieron mojados, y cubiertos por la toalla hacia el camping donde Eva acudió a la enfermería y le dieron un par de puntos.
- Estoy horrible. Encima me han tenido que rapar un poco para poder coserme - lloriqueaba Eva.
- No digas eso tonta, que no pasa nada, ni se te nota – dijo Hugo mientras volvían al bungaló – Gracias Eva...
- Lo he hecho porqué he querido no me des las gracias... si te pasara algo... - dijo Eva a punto de llorar.
- Va, va, no digas eso que estamos bien los dos y eso es lo que importa – dijo él abrazándola.
- Ahora me puedes decir ¿qué había en esa caja, y por qué hemos acabado así? Porqué ya puede ser por un buen motivo – dijo ella haciéndose la enfadada.
- Eva verás... quería darte una sorpresa y...
Eva estaba sentada en el porche del bungaló; Hugo se puso de rodillas delante de ella.
- ¿Y...? – dio Eva curiosa.
- ¿Quieres ser mía para toda la vida? – dijo Hugo sacando la cajita del bolsillo y abriéndola delante de la cara de Eva - ¿Quieres casarte conmigo?
Ella se quedó muda. Mirándolo. Con los ojos empañados en lágrimas. No decía nada.
- No hace falta que sea hoy ni mañana, pero quiero que lo tengas – dijo sacando un anillo de la caja y poniéndoselo a Eva en un dedo – para que en un futuro, cuando estemos preparados los dos, nos casemos. ¿Qué me dices?
- Hugo... - Eva empezó a llorar – Quiero ser tuya ahora y siempre – dijo a la vez que le daba un beso y le arrastraba hacia dentro del bungaló.
Ellos sabían cómo iban a celebrar aquella noticia, y entre ellos quedó.
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Te necesito
Fiksi PenggemarEva, 17 años, estudiante de primero de bachillerato. Es la chica más popular del instituto, incluso más que Anaju de segundo de bachillerato. Eva no va muy bien en los estudios y es una de las chicas propuestas para repetir curso. No tiene novio, pe...