Te necesito

32. CHICA NUEVA

Instituto privado Engane. Primer día después de las vacaciones de verano.

Por el pasillo aparece un grupo de chicas una de ellas destaca por encima de todas. Lleva el uniforme del instituto, una falda demasiado corta para lo que debería ser, la camisa por fuera, las mangas remangadas y los tres primeros botones desabrochados dejando ver un bonito collar que le cae sobre el escote. Lleva el pelo suelto con un lazo a juego de la falda. Unos calcetines blancos cubren las piernas hasta por encima de las rodillas y unos zapatos de color negro completan la indumentaria.

En la zona de taquillas hay un chico solo buscando algo en una de ellas. Un chico no muy alto, de ojos verdes y el flequillo aplastado. Lleva el uniforme conforme es debido, pantalón largo, zapatos negros y camisa por dentro de los pantalones. ¿La corbata? Perfectamente atada con un nudo doble.

- Perdona, estás en medio del camino hacia mi taquilla – dijo la chica.

- ¿Eh? – dijo él girándose hacia la chica.

- Era broma bebé – dijo ella dándole un beso en los labios.

Después de haber pasado todo el verano juntos, de haberse prometido aunque nadie lo supiera y después de que todo el mundo se enterara de lo suyo, ya les daba igual que les vieran.

- ¿Vamos para clase? – dijo Hugo cogiéndole la mano a Eva.

Entraron en clase y se sentaron juntos, bajo la supervisión de las amigas de Eva. Todo el mundo cuchicheaba sobre ellos, pero ahí estaban Sam y Mai para callar bocas defendiendo a su amiga y a su novio.

- Señorita Barreiro, Señor Cobo – dijo el profesor interrumpiendo una larga sesión de besos – ¿pueden dejar de pasarse las babas en mi clase?

- Sí – dijeron los dos a la vez avergonzados.

- Bien, pues ahora que la parejita nos deja continuar con la clase, voy a aprovechar para recordarles que dentro de exactamente un mes tendrá lugar la reevaluación de matemáticas de primero. Eva, Sam, Mai... son las únicas que tienen que recuperar así que espero que no me hagan perder el tiempo y estudien para hacer un buen examen.

Las tres chicas se miraron y miraron al profesor suplicando clemencia. Eva se disponía a pedirle que no se pasara con el examen cuando alguien picó a la puerta.

- ¿Se puede? – dijo entrando a la clase una chica morena con los ojos negros y con el uniforme perfectamente colocado.

- Sí, pase, pase – dijo el profesor – Clase, ésta es vuestra nueva compañera, se llama Laura y va a estar este curso con ustedes. Laura – dijo dirigiéndose a ella – si quieres puedes contarnos algo de ti.

- Pues me llamo Laura – dijo sonriendo – vengo de A Coruña, tengo 17 años, me gusta la buena música, salir por ahí, conocer gente, los chicos de ojos verdes – dijo mientras clavaba los suyos en los de Hugo haciendo que Eva se abrazara a él y le diera un beso en la mejilla para sorpresa de él.

- Ya está – dijo el profesor – no hace falta que entres en temas personales. Puedes sentarte detrás de Eva – dijo señalando hacia ella.

- Hola – les dijo Laura a Eva y a Hugo cuando pasó por su lado.

- Hola – contestó Hugo.

- Ei – contestó Eva muy borde.

- Eva tía – susurró Hugo a su novia – no seas tan borde, que la muchacha es nueva y no conoce a nadie.

- Ptsé – contestó ella – he visto como te ha mirado, así que luego le diré un par de cositas para que sepa lo que hay - ahí estaba la parte chula de Eva otra vez.

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