CAPITULO 29

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BÁRBARA

Hace una semana para ser exacta nos habíamos mudado a nuestra nueva casa, estaba muy feliz de tener mi propio hogar y mi hija no cabía de felicidad, al principio cuando le dije que nos mudaríamos de casa me dijo que ella no se quería ir de casa de sus abuelos, me hizo un berrinche que hasta me sorprendió porque Alaia era una niña muy tranquila que rara vez me daba problemas.

Pero todo cambio cuando le dije que nos mudaríamos con su papá a nuestra nueva casa, en ese momento su enojo se esfumo por arte de magia, de inmediato saco sus pequeñas maletas y empezó a sacar su ropa del armario, al parecer mi hija quería mudarse cuanto antes.

Y véanos hoy, estábamos instaladas en nuestra nueva casa, Alaia estaba encantada con su nuevo hogar y que decir cuando vio el jardín, mi niña estaba feliz, pero grito de felicidad cuando vio que su papá mando a instalar muchos juegos infantiles para que se pudiera divertir todo lo que quisiera, además de instalarle un mini casita también.

Al parecer Dani le quería dar todo a nuestra pequeña, yo no quería que la malcriara- aunque yo también en su momento lo hacía- pero aunque le insistía que no era necesario llenar de tantas cosas materiales a nuestra hija, él decía que no quería que a su hija le faltara nada. Así que deje de insistirle.

***

Hoy estábamos de fiesta, hoy era el cumpleaños de nuestra princesa, cumplía cinco años, no podía creer como había pasado tan rápido el tiempo, aun recordaba cuando la sostuve entre mis brazos por primera vez, el tiempo estaba pasando demasiado rápido.

Dani y yo nos habíamos levantado un poco más temprano de lo normal, queríamos despertar a nuestra pequeña y desearle feliz cumpleaños. Baje a la cocina para llevar el mini pastel que había horneado para ella- si yo también me sorprendí cuando intente hacer un pastel y resulto que soy buena para hacer pasteles- subí hasta la habitación de mi hija sin antes decirle a Dani que era momento.

Fuimos a la habitación de nuestra hija y muy despacio abrimos la puerta, no me sorprendió ver a mi hija sumamente dormida, deje el pastel en su mesita y tome de la mano a Daniel.

-Feliz cumpleaños a ti- cantamos muy bajito para no despertarla de golpe- feliz cumpleaños querida Alaia, feliz cumpleaños a ti

Mi niña poco a poco se despertó y una sonrisa aparecía en su rostro.

-¡Feliz cumpleaños mi amor!- dije acercándome a ella y dándole un enorme abrazo

-Gracias mami

Me separe de mi hija y fue el turno de Daniel

-Feliz cumpleaños princesa

-Gracias papi

-¿quieres ver tu regalo princesa?- le pregunto Daniel después de levantarla de la cama y colocarla en su cadera

-¿un regalo papi?- pregunto mi niña con una enorme sonrisa- pero si ya me has dado muchos regalos papi

-Un regalo para ti princesa- afirmo Daniel- sé que te he dado muchos regalos, pero este es especial porque es un regalo de cumpleaños.

Salimos del cuarto de nuestra princesa, mi niña estaba feliz, bajamos las escaleras y salimos al jardín, cuando llegamos vi a lo lejos una enorme caja de regalo con un moño enorme. Cuando nos acercamos al enorme regalo Dani bajo a Alaia

-¿Ese es mi regalo?- pregunto mi niña muy sorprendida

-Porque no vas a averiguarlo- contesto Dani poniéndose a su altura con una sonrisa

Vi como nuestra hija intento no salir corriendo hacia su regalo, cuando nos dejó solos a Dani y a mí, volteo a ver a Dani y enarque una ceja

-¿Qué le compraste?- le pregunte sonriendo

Siempre TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora