CAPITULO 16.

3.1K 135 2
                                    

BÁRBARA

¡Oh por dios! ¿esto en verdad está sucediendo? ¿Acabo de decirle a Daniel Moretti que Alaia es su hija? creo que la noticia me está afectando más a mí que a Daniel, siento como me empiezo a marear ¿el piso se está moviendo?, tomo una fuerte respiración y trato te tranquilizarme, este no es momento para que me desmaye y mucho menos enfrente de Daniel, ¡eso no va a suceder! por un momento no se si estoy en un sueño o en verdad acabo de decirle a Daniel que tenemos una hija, acabo de revelar mi mejor secreto guardado en todos estos años, no tengo la menor idea de la reacción que va a tener Daniel con esto que le acabo de decir y la verdad no pienso averiguarlo... por lo menos no en este momento.

No puedo quedarme más tiempo a su lado, tengo que alejarme de él, mis pensamientos y toda yo no estamos bien en este momento, antes de hablar con él tengo que aclarar mis pensamientos una vez más.

De reojo veo a Daniel y al igual que yo está en shock, así que aprovecho esos breves segundos para irme lejos de él, así que antes que diga palabra alguna me alejo de él, sé que es cuestión de minutos para que Daniel venga tras de mí, sé que necesita que le explique todo esto, pero ahora mismo no tengo cabeza para hablar con él, estoy más preocupada por mi hija que no tengo cabeza para otra cosa.

Mi respiración está muy agitada, ya no sé si es por la noticia que acabo de darle a Daniel o por el hecho de que Alaia esté en cirugía, la verdad no tengo idea hacia donde estoy caminando ni mucho menos cuanto tiempo ha pasado, lo único que sé, es que este pasillo se hace más grande cada vez.

Después de lo que parece una eternidad, siento que ahora si me voy a desmayar, tantas emociones en un día me están cobrando factura, llego a otro pasillo y encuentro una banquita para sentarme, tengo que tranquilizarme, respiro varias veces hasta que los latidos de mi corazón vuelven a la normalidad.

Siento como alguien llega hasta donde estoy y sin decir palabra alguna se sienta a mi lado, no tengo que mirar para saber quién es, el olor de su perfume es imposible de olvidar.

-Estamos juntos en esto- dice sujetando mi mano, por unos segundos no volteo a verlo, no sé qué decirle, siento como con su otra mano levanta mi barbilla- nuestra hija va a salir bien de la cirugía

-Tengo tanto miedo- respondo en un susurro- si le pasa algo a mi hija... me muero- siento como me atrae hacia él y me abraza, escondo mi cabeza en su cuello.

-Nuestra hija Bárbara- dice abrazándome muy fuerte- Alaia... es nuestra hija

No sé cuánto tiempo pasamos abrazados, Daniel no dice palabra alguna y se lo agradezco infinitamente, tenerlo tan cerca de mí en estos momentos me hace sentir segura, protegida, pero sobre todo... amada, sé que tenemos mucho de qué hablar, Daniel tiene que darme tantas explicaciones y yo tengo que contarle muchas cosas también.

-Bárbara- dice regresándome a la realidad- ya ha pasado como una hora y media- dice mirando su reloj de mano- hay que preguntar cómo va la cirugía o si ya termino.

-Es cierto- respondo secándome una lagrima que no pude evitar derramar.

Me levanto y Daniel en ningún momento suelta mi mano, se lo agradecía, agradecía que me sostuviera, en este momento necesito más que nunca tenerlo a mi lado. Caminamos por el pasillo girando a la derecha, por ese largo pasillo que caminamos hace unas horas llegamos a urgencias, donde mi mamá junto con Abi están sentadas esperando que el doctor saliera para darnos informes sobre mi pequeña.

- ¿No ha salido el doctor? - pregunto a mi madre sentándome junto a ella

-No, hace unos minutos fui a preguntar, pero me dicen que una vez que acabe la operación el doctor saldrá a informarnos.

Siempre TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora