CAPITULO EXTRA

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BÁRBARA

1 mes después...

Aun puedo recordar como si fuera sido ayer, cuando Daniel me pidió que fuera su esposa, ese día fue maravilloso, días después de que me pidiera matrimonio empezamos a planear nuestra boda, después de tantos años por fin íbamos a dar ese paso en nuestra relación, al principio quise que la boda la celebráramos después de que nuestro segundo hijo o hija naciera, pero Daniel insistió en que quería que fuera su esposa lo antes posible, además quería que cuando naciera el bebé, ya fuéramos marido y mujer, ideas de Daniel no mías.

Pero, aun así, decidí consentir un poco a Daniel, así que después de tantos años separados, de regresar y que Ciara intentara separarnos, el gran día había llegado, Daniel y yo nos íbamos a casar, tal vez todos pensaban que casarnos así de prisa no eran tan buena idea, pero a Daniel y a mí, los comentarios no nos importaban, además teniendo una hija y un bebe en camino, casarnos tan pronto no era tan mala idea.

Nuestra boda sería un tanto pequeña, hace años había tenido la ilusión de tener una boda enorme con muchísimos invitados, un vestido de princesa, pero...después de todo por lo que habíamos pasado Daniel y yo, decidí que no importaba la fiesta, los invitados y mucho menos tener un vestido enorme, lo que realmente importaba era la persona que te estaba esperando en el altar, esa persona con la que ibas a compartir el resto de tu vida, esa persona que de ahora en adelante iba a estar a tu lado en las buenas y en las malas, aquella persona que en mi caso era el papá de mi hija, Daniel no solo se convertiría en mi esposo, Daniel era mi mejor amigo, el hombre que no era perfecto pero que cada día se esforzaba por serlo, Daniel es el mejor papá que Alaia pudo tener y no dudo ni un segundo en saber que será el mejor de los esposos.

Cuando le dije a Daniel mi idea de tener una boda pequeña, sus palabras fueron:

"Si quieres una boda pequeña, haremos una boda pequeña"

Daniel todas estas semanas me ha consentido como jamás imagine que lo haría, quería que nuestra boda fuera inolvidable para los dos y yo más feliz que nunca, pensamos en hacer la boda en un salón, pero de que servía tener un jardín enorme me pregunte yo, así que la boda seria en nuestra casa, mamá y Soph me ayudaron con todos los preparativos de la boda, todo iba a quedar hermoso.

Algo que si me resulto un tanto complicado y más por la premura de la boda: mi vestido de novia, fue algo que para que mentirles, me costó encontrar un vestido que disimulara un poco mi pequeña barriguita de embarazada, mi sueño siempre había sido tener un vestido súper pegadito, corte sirena, pero dado que mi bebe venia en camino, mi vestido cambiaria un poco, además cuando le mencione a Daniel mis opciones de vestido corte sirena, fue un rotundo no, me dijo que buscara un vestido que no apretujara a su hijo, literal así me dijo.

Así que, dado que vivíamos en la capital de la moda, encontrar mis vestidos perfectos no fue tan difícil, - sí, iba a utilizar dos vestidos, uno para la boda civil y otro para la boda religiosa, supe al verlos que cuando Daniel me viera llegar, le iban a encantar, mis vestidos eran hermosos.

***

Las horas corrían muy rápido y cuando menos lo pensé, el reloj de la habitación marcaba las cinco treinta de la tarde, la hora esperada estaba casi por llegar, mi maquillaje y peinado estaba terminado, me coloque mi primer vestido que usaría este día.

Mi vestido era en color blanco, largo, con una abertura en la pierna que llegaba más arriba de medio muslo, un pequeño olan que llegaba a mi cintura, junto a un cinturón dorado con un pequeño broche con diminutos diamantes a la mitad de este, en la parte superior tenia encaje, dejando a la vista uno de mis hombros, para completar mi outfit me coloque unas sandalias altas en color dorado, para que mentir... me veía hermosa.

Siempre TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora