Siempre Tuya

CAPITULO 34 PARTE 1

BÁRBARA

-Alaia y yo nos vamos de casa

-¡¿Qué estás diciendo?! No voy a dejar que te vayas Bárbara, no otra vez

-Solo será un tiempo Daniel, mientras sabemos si el hijo de Ciara...es tuyo- digo tratando de mantenerme lo màs calmada que se pueda, aunque mis lágrimas no dejan de caer.

-¿te estas alejando de mí? ¿Estas mandando todo al carajo?- responde Daniel evidentemente enojado y sin saber si realmente le estoy diciendo que nos vamos de casa Alaia y yo.

-¡Qué quieres que haga Daniel! ¿Dime que quieres que haga?

-¡Quiero que te quedes a mi lado! No quiero perderte otra vez

-Dani...- antes siquiera de terminar de hablar, Daniel me acerca a él y me besa, dudo por un segundo en corresponder su beso, pero en este momento lo necesito más que nunca, necesito sentirlo cerca de mí, quiero tenerlo junto a mí lo más que pueda, porque sé que, aunque me duela puedo perderlo... y esta vez para siempre.

-Dime por favor que no vas a dejarme, dime que juntos vamos a luchar contra esto

-Dani yo...

Sé que cualquier mujer en mi lugar haría lo mismo que yo, alejarse y esperar que las cosas se calmen, pero debo pensar también en mi hija, ya no solo somos Daniel y yo, no puedo tomar un avión y desaparecer de su vida, no puedo hacerlo, tengo que hacerle frente a la situación y aunque me duela con toda mi alma...tengo que alejarme de Daniel

-Solo dame tiempo, tiempo para asimilar todo esto

-Pero no te alejes de mí, te lo pido- dice Daniel sosteniéndome aun, no queriendo soltarme jamás, temiendo que en cualquier momento me aleje de él para siempre.

-Está bien no me alejare de ti, pero déjame pasar unos días con mis padres- lo miro- mientras hablas con Ciara

-Barbi no...

-Solos unos días Daniel, déjame sopesar la idea de que él bebe que está esperando Ciara... puede ser tuyo

-Está bien Bárbara, haremos las cosas a tu manera- me mira- pero permite que vea a Alaia, solo eso te pido

-Jamás te negaría ver a nuestra hija, no podría hacerlo

***

Después de que Dani me dejara en casa de mis padres y ver como se alejaba por la calle en el auto, entre a mi casa y las lágrimas que trate de evitar durante el trayecto de la que pensé que sería mi casa -por mucho tiempo- a casa de mis padres empezaron a humedecer mis ojos, no podía con todo esto, no quería hacerme a la idea de que posiblemente Daniel tuviera un hijo con otra mujer, y que precisamente esa mujer fuera Ciara, esto no podía estar sucediendo.

Cerré la puerta y supe que no estaba lista para enfrentar a mis padres, a Soph y mucho menos a mi hija, simplemente no podía, me sentía tan frágil en este momento que no tenía la menor idea de que es lo que iba a hacer, la noche estaba tan bonita, la luna más hermosa que nunca y pensar que mi día estaba tan negro.

Aún tenía muchas cosas que pensar, camine por el patio pensando una y otra vez lo que Ciara me había dicho, esas malditas palabras "estoy embarazada", jamás imagine que dos simples palabras me tuvieran tan mal, aun no lograba entender porque tenía que suceder esto, porque ahora que Daniel y yo estábamos tan bien, llegaba Ciara y lo arruinaba todo, al parecer el destino se empecinaba en alejarnos una vez más.

Me senté en medio del enorme patio de la casa de mis padres, mis lágrimas aún seguían cayendo, en este momento me importaba muy poco que mis ojos estuvieran hinchados y rojos de tanto llorar, era lo que menos me preocupaba, escuche pasos a los lejos, no quería hablar con nadie, no en ese momento.