Siempre Tuya

CAPITULO 20.

BÁRBARA

No sé porque estaba tan nerviosa, tanto que estaba despierta desde hace unas horas, mi niña estaba completamente dormida a mi lado- tal vez sea, que hoy le diré a Alaia que Daniel es su papá y su inminente llegada mañana- lo cierto es que ya no quería que pasara màs tiempo sin que mi pequeña supiera que su papá estaba màs cerca de lo que ella imaginaba.

Me levante muy despacio intentando no despertar a mi hija, a pesar de ser temprano- las seis de la madrugada para ser más exacta- hacía un poco de calor en la habitación.

Salí a la terraza dejando entre abierta la puerta, no quería que Alaia despertara y no me viera, me senté en uno de los camastros de madera que había, esperando que el amanecer hiciera acto de presencia frente a mí.

Mi cabeza no dejaba de pensar lo que sucedería màs tarde, mi niña sabría que Daniel era su padre y en unas horas- ósea mañana- Daniel estaría aquí con nosotras, tenía que buscar el momento perfecto para hablar con Alaia, sé que no lo entendería por completo y que tendría demasiadas preguntas, pero el solo hecho de saber que su papá "regreso" y que después de tanto tiempo iba a estar con ella, me tenía bastante nerviosa, sé que Alaia quería conocer a su papá, pero no tengo la menor idea de cómo reaccionaría al conocer "quien" era su papá.

Lo único que me tenía un poco intranquila era el hecho de que mi niña se iba a encariñar muchísimo con su papá y tenía miedo de que Daniel me volviera a fallar a mí, pero lo que màs temía era que le fallara a su hija.

Sé que teníamos que hablar, aclarar muchas cosas, y estaba dispuesta a escucharlo y tratar de entender el porqué de como hizo las cosas hace años, todo por ver feliz a mi hija era capaz de perdonar todo el daño que me había causado Daniel, tal vez no seriamos la familia feliz que mi niña quisiera, pero iba a dar lo mejor de mí para que mi niña fuera feliz.

***
Después de desayunar en el restaurante del hotel y de contemplar por unos minutos el mar, decidí que el momento había llegado, le pedí a Abi que nos dejara un momento a solas, tome varias respiraciones- tenía que mantenerme lo màs calmada posible- y llame la atención de mi pequeña.

-Alaia- dije un poco nerviosa

-Si mami- responde dejando de ver el mar para prestarme atención

-Recuerdas que hace unos días me dijiste que cuando verías a tu papi- mencione tratando de no sonar nerviosa

-Claro que si mami- sonríe- no dejo de pedir cada noche para que mi papi venga a verme

-Bueno pequeña...-tome una larga respiración nuevamente- tengo que decirte algo muy importante

-¿es de mi papi?- al decir eso su mirada tuvo un brillo- ¿ya va a regresar?

-Así es pequeña

-¡Si!- mi niña sonrió como jamás lo había hecho y por dentro me sentí muy feliz- ¿Cuándo regresa mami? ¿Esta vez se quedara para siempre con nosotras?

-Primero que nada, tu papi llegara aquí mañana- sonrió al ver la cara de felicidad de mi niña- y lo segundo que me preguntaste no lo sé pequeña...eso tendrás que preguntárselo a él

-¿mañana veré a mi papi?

-Así es pequeña, mañana papi estará aquí con nosotras, pasaremos unos días con él

-¡Mami soy la niña màs feliz del mundo!

-Hay otra cosa que también quiero decirte- esto es lo más difícil que he hecho en mi vida- Alaia... tú ya conoces a tu papi

-¿yo conozco a mi papi?- me mira confundida- no recuerdo, mami

-Mira sé que es algo difícil de entender, pero tu papi... es Daniel Moretti