CAPITULO 3.

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DANIEL

Mi estadía en Estados Unidos, estaba siendo increíble, estos cinco años habían sido de mis mejores años, venir a estudiar a Nueva York había sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, aunque venirme a estudiar a Columbia me dejo con el corazón roto.

Mentiría si dijera que no contemple en varias ocasiones el regresar a Milán... regresar por ella, estar a miles de kilómetros de ella no me vino nada bien, las primeras semanas trate por todos los medios olvidarla, salía con mis compañeros de la facultad, intente ligarme a cuanta chica se me atravesara en el camino incluso me tomaba fotos con ella y las subía a mis redes, inconscientemente quería que ella las viera y se desilusionara.

Durante los primero meses en la Universidad de Columbia conocí a Ciara- mi novia por así decirlo- era una chica muy guapa, alta, de buen cuerpo, cabello negro y muy inteligente, sus padres eran dueños de varias concesionarias de automóviles en Nueva York y gran parte de Estados Unidos, llevábamos saliendo casi dos años y medio, nada serio, aunque ella pensaba que sí, la verdad yo no quería atarme con ninguna chica, ni ahora ni en un futuro, después de lo sucedido con Bárbara... no volvería a enamorarme nunca más.

Sabía que al regresar a Milán inevitablemente la vería, cuando las clases en Columbia terminaron quise volver, quise verla una vez màs, pero después de todo el daño que le cause al venirme a Estados Unidos... sé que jamás me perdonaría.

Como mi regreso a Milán no estaba en mis planes inmediatos, decidí quedarme en Nueva York por tiempo indefinido, decidí estudiar una maestría y una especialidad, además de conocer algunas ciudades màs de este hermoso país.

Mi vida en Nueva York estaba tomando rumbo, todo lo tenía perfectamente planificado, todo lo que un día había soñado con tener lo estaba consiguiendo, pero no todo en la vida sale como uno lo planea, cuando mi padre me llamo diciéndome que necesitaba de mi ayuda en Milán, entendí que mi tiempo en Nueva York se había terminado.

Hoy después de cinco años regresaría a mi hogar.

***

Cuando el avión empezó a descender me sentí nuevamente en casa, bajamos del avión y fuimos a buscar nuestras maletas, Ciara se quedaría unos días aquí en la ciudad, antes de viajar a Berlín, Alemania para reunirse con sus padres, en todo el viaje intento persuadirme para que nos quedáramos unos días juntos, antes de que ella viajara, así que después de tanto...acepte, pasar unos días con ella... los dos solos, no lo iba a desaprovechar.

Con maletas en mano, Ciara decidió pasear un rato por las tiendas del aeropuerto, yo estaba cansado, tantas horas de vuelo, agregando el cambio de horario me estaba afectando. Deje que Ciara entrara a cada tienda que ella quería, cuando entro a la décima tienda, decidí buscar una banca donde sentarme y descansar un poco.

Los minutos pasaban y Ciara no salía, de un momento a otro un fuerte magnetismo hizo que todo mi cuerpo se pusiera alerta, es como si se trata de un imán que me llamaba a gritos, busque algo- sin saber realmente que- hasta que di con ese imán que me llamaba, a escasos metros de mi sentí la mirada de alguien que me estaba observando y algo dentro de mí me hizo ver directamente a esa persona y dejar el mundo correr, esos instantes en los que nuestras miradas se conectaron... el mundo se detuvo delante de mí.

Era algo muy extraño de explicar, una fuerte corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo, me percate que la persona que me estaba observando era una mujer- muy hermosa debo de admitir, incluso diría que mucho más hermosa que Ciara- cabello largo hasta la cintura y rubio, a pesar de estar sentada podía asegurar que tenía excelente cuerpo, su ropa ceñida al cuerpo le queda espectacular, y con sus ray-ban...se veía muy muy hermosa, a pesar de no ver sus ojos sentí algo muy extraño, una sensación un tanto confusa... pero que a la vez se me hacía bastante familiar, una sensación que hacia exactamente cinco años no sentía, era como volver a estar junto a ella... junto a Bárbara, pero era algo ilógico, esa chica no podía ser ella, Bárbara estaba en Australia, Austria o eso era lo que me habían dicho.

Siempre TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora