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ARIS
-Que te vaya muy bien hoy en la escuela mi Aris- decía mi mamá mientras terminaba de darme la bendición. – Pon atención en clases, y por favor le regresas a Temo el juguete que dejo el otro día en la casa.
-Si mamá, nos vemos al rato- deposite un beso en su mejilla y me adentre a la escuela.
Era una nueva semana, otra vez lunes, odio los lunes. Bueno al menos no estaba solo, tenía a mi mejor amigo a mi lado.
Temo y yo nos conocimos desde primero de primaria, cuando su familia se mudo a Oaxaca; y desde ese momento nos volvimos inseparables. Incluso algunos días saliendo de la escuela, el papá de Temo o mi mamá nos recogían a ambos, para después ir a la casa del otro a hacer la tarea (pero realmente nos distraíamos y nos quedábamos jugando toda la tarde).
Estar con Temo era mi pasatiempo favorito; aunque por algún motivo a mi papá y a mi abuelita no les gustaba que pasara tanto tiempo con el... decían que era un niño extraño, lo cual me parece tonto, porque Temo es la persona más amable y tierna que conozco.
- ¡Aris! – y aquí venia el pequeño castaño corriendo hacia mi dirección.
- ¡Temo! – grite de igual manera, abriendo mis brazos para recibirlo con un abrazo. Pero note que una de nuestras compañeras venia atrás de él. Era Meli, una "niña linda" según mi amigo.
Meli últimamente se juntaba mucho con nosotros, especialmente con Temo, se la pasaba pegada a su lado y eso me molestaba. Era mi amigo, no el suyo.
En una ocasión que mi papá nos vio junto a Meli; y al llegar a casa, me empezó a decir que era momento de buscar a mi primera novia; lo cual yo no entendí, y cuando le pedí que me explicara me dijo que una novia es una persona que me hace feliz, que sea bonita, y que voy a desear estar todo el tiempo con ella. A lo que yo le conteste... - ¿Entonces Temo es mi persona? – en ese momento me empezó a gritar muy feo, incluso pensé que me iba a pegar... pero mi mamá me dijo que fuera a mi cuarto y ya no supe que paso.
-Hola Aris- me saludo Meli.
-Meli- dije en respuesta. -Temo hay que llegar al salón rápido para poder estar juntos- Tomé su brazo y empecé a jalarlo hacia el salón.
- Pero yo me iba a sentar junto a Temo- reclamo mi compañera, jalando el otro brazo de Temo- Me lo prometiste- hablo de nuevo, esta vez dirigiéndose a Temo, haciendo un puchero. Pff que inmadura, que se cree, ¿qué tiene 6 años?
- Que lastima niña. Pero Temo siempre se sienta a mi lado- dije sacándole la lengua. – ¿cierto Temo?
Mi amigo solo dirigía su vista de mi a Meli, para acabar viéndome con una mueca en sus labios, la cual no me gusto mucho.
-Lo siento Ari- esto no pintaba bien...- le prometí a Meli que hoy me sentaría junto a ella, pe-pero solo será por una clase- me dijo preocupado.
Fruncí mi seño – oh- me iba a alejar de ellos, pero Temo tomo mi mano haciendo que volteara a verlo.
-Por favor no te enojes conmigo- dijo haciendo un puchero. Oww era adorable; a él si le salían. No como a Melisa, ella parecía como un pez raro.
-No podría enojarme contigo- lo abrace.
Y así fue como termine sentado atrás de Melisa la niña pegajosa, así le decía yo. Estábamos en clase de matemáticas, y la verdad no estaba entendiendo nada sobre la división de fracciones. ¿Esto de que me va a servir?
Cuando volví a dirigir mi mirada a donde estaban sentados mi Temo y la niña pegajosa, pude ver como ella intentaba tomar la manita de mi amigo. Lo cual me genero una sensación rara en el estómago; ¿Quién se cree ella para darle la mano?, mi mamá me había dicho que solo las personas que se querían mucho podían tomarse de las manos.
Regresé mi mirada a mi banca y encontré un papel. Sonreí y empecé a hacer pequeñas bolitas de papel, para después sacar el popote de mi boing de mango y empezar a dispararle las bolitas de papel al pelo de Melisa. Ella volteaba extrañada, pero me hacia el disimulado, pero entonces... A la niña se le ocurrió tocarse su cabello y descubrió lo que le estaba haciendo.
- ¡Maestra! ¡Aristóteles me está aventando bolitas de papel a mi cabello! – niña chismosa.
- Aristóteles ven al frente de la clase por favor- me pidió la maestra. Le dirigí una mala mirada a Meli, y después me acerqué a donde estaba la maestra.
- ¿Por qué estas molestando a tu compañera? – me pregunto. Yo decidí quedarme callado, a lo que ella decidió agregar, justo en frente de la clase y en voz alta: - Dicen que si un niño molesta a una niña es porque ella le gusta- me miro divertida y todos mis compañeros empezaron a gritar emocionados.
Hice una cara de asco. – Iughh ¿ella?, no, el que me gusta es Temo- respondí igual de fuerte y todo el salón se quedo en silencio. Pude sentir como mis mejillas se calentaban rápidamente, y cuando volteé a ver a mi amigo sus mejillas estaban seguramente más rojas que las mías. – Y-y a-además cre-creo que es una excusa tonta el decir que por molestar a alguien es por que te gusta- tartamudee.
El salón seguía en silencio, pero se vio interrumpido cuando todos los niños de la clase empezaron con el típico sonido de "wuuuuuuuu", "Aris y Temo son novios". - ¡Por favor no le diga a mis padres! - pedí a la maestra nerviosamente, ella solo mantenía una cara de sorpresa.
Creo que la regue...
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