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NARRADOR
Era un viernes normal para los chicos, acababan de llegar a llegar a su departamento después de un largo y tedioso día de clases. Aristóteles había tenido un examen, por el cual se paso toda la semana estudiando, estaba tan nervioso; pero al momento de hacerlo se sintió tan seguro de si mismo, por que en efecto, las horas y horas de estudio habían funcionado. Mientras que Temo, había tenido otro debate contra Mateo, en esta ocasión el tema fue sobre el matrimonio igualitario, y el castaño sentía que ya tenia su calificación asegurada... pero a último minuto, la maestra Elsa decidió que era buena idea invertir los roles, a Mateo le tocaba estar a favor (lo cual es cierto) cuando el se había preparado para estar en contra; y a Temo le tocaba estar en contra.
Pero por lastima, por que no se le puede llamar suerte, el menor recordó todas las veces que intentaron hacer cambiar de opinión sobre su sexualidad, recordó las veces que algunas personas se acercaron a el a leerle la biblia y a llamarlo "anormalidad". Y uso esos comentarios, a su favor para el debate, aunque en todo momento se sintió asqueado. Mateo fue el que gano el debate, pero Temo se fue con una calificación aceptable, por estar preparado.
Ahora la pareja estaba preparándose para salir a un antro, para festejar el fin del bloque de exámenes y proyectos, Diego llegaría al departamento en cualquier momento para que los tres se pudieran ir juntos.
ARIS
-Listo tahi, como me veo- pregunte dando una vuelta frente a Temo. Me había puesto una camisa negra (dejándola abierta de los primeros botones), unos jeans ajustados de mezclilla blanca, y unas botas. También me una cadenita, la pulsera que comparto con mi chico, y mi anillo.
- Te ves guapísimo Ari- sonrió. El aun seguía con la ropa con la que se fue a la escuela, me había dicho que iba a esperar para cambiarse. Le guiñe un ojo.
- Tengo que verme guapo para entonar con mi chico- me acerque a besar su frente- ¿ya sabes que te vas a poner?-
-Mmm si, ya tengo una idea- dijo con un tono juguetón, como el que usa cuando esconde algo. Lo mire sospechosamente. Temo soltó una risita y me empezó a empujar fuera de nuestra habitación.
-Ey, ey, ey- puse un poco de fuerza- ¿Por que me sacas?- hice un puchero, y el solo se burlo de mi- amoooor- me queje.
- Ya, no seas un bebé y salte que me voy a cambiar- me respondió, mientras me seguía empujando hacia la puerta, solté un ruido de indignación.
- ¿Y eso que? ¿Para que me salgo?- acababa de invocar al chihuahua enojado. - Digo, no me parece justo que yo si me cambie en frente de ti y tu no- sonreí, solo me gustaba molestarlo.
- ¡Tu te cambiaste en el baño Aristóteles!- dejo de empujarme, y me vio con un puchero y esos ojos que hace para que yo haga cualquier cosa por el. -Amor, por favor, solo espérame en la sala-
