Se que no es el día en el que dije que subiría el último capítulo, pero no me daba el tiempo por las tareas y proyectos de la uni. #universidadtoxica. Pero aquí esta lo prometido, ¿Temo le dirá que si a Ari?
10/10
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ARIS
- Llegamos a nuestro destino, joven Cuauhtémoc- dije mientras me desabrochaba el cinturón para poder bajar del auto.
- Gracias, joven Aristóteles- él también imito mi acción y a la vez soltamos una carcajada por la formalidad con la que nos hablábamos.
Bajamos del auto y después abrí la cajuela para sacar la mochila, mientras Temo observaba a su alrededor admirando el bonito paisaje que nos rodeaba, solté un suspiro al verlo sonreír. Dejando la mochila con cuidado en el piso, la abrí y saqué una manta gruesa para poder recostarnos sobre ella. Temo se acerco a ayudarme a extenderla sobre el pasto, el sol comenzaba a esconderse, habíamos llegado justo en el momento exacto.
Después saque los tuppers con comida y los dos termos con chocolate caliente, temo se acerco emocionado al ver que compre dos paquetes de su dulce favorito.
-Ari... esto... gracias, todo es muy bonito – dijo a la vez que ambos nos sentábamos en la manta, entrelace nuestras manos jalándolo un poco más cerca.
-Me alegro de que te guste, y esto solo es el comienzo de lo que tengo preparado – Temo seguía sonriendo y se acerco a dejar un rápido pero a la mitad de mis labios, juro que si poníamos atención podríamos escuchar los latidos de mi acelerado corazón.
Comenzamos a hablar de cualquier tema que se nos viniera a la mente, le conté el como casi olvidaba pedirle el coche a Eduardo, y él me conto el como casi los mellizos lo dejaban encerrado en su cuarto.
-Pero como te decía, el seguro de mi cuarto no sé porque, pero solo se puede abrir y cerrar por fuera con una llave que tiene mi papá guardada junto con otras- yo prestaba toda la atención del mundo a sus historias – y a los mellizos les dio por jugar a los agentes secretos o algo así, y vieron en una película que podían abrir y cerrar una puerta con un clip de papel, ¡un clip de papel! – solté una carcajada al oír su desesperación.
-Oh, vamos Temo, no me digas que tu nunca lo intentaste cuando eras niño- lo mire esperando su respuesta y comenzó a sonrojarse – ese sonrojo me dice que sí.
- Bueno, lo admito, también yo lo intente en algún momento de mi vida- ambos habíamos quedado acostados, yo tenía un brazo atrás de mi cabeza mientras que el otro rodeaba al hermoso chico que descansaba su cabeza sobre mi pecho, Temo se encargaba de trazar figuras imaginarias mientras me contaba su historia. – Regresando a la historia, mis hermanos lograron cerrar el seguro con el clip de papel, pero el tonto clip se quedo atorado y termine encerrado en mi cuarto por 3 horas en lo que llegaba Papancho con un cerrajero.
