NARRADOR
Era un día soleado, con un cielo azul muy lindo, y algunas nubes esparcidas por ahí. Dentro del edificio Córcega se encontraba un chico rizado tranquilamente dormido, ignorando el hecho de que ya eran las 2 de la tarde.
ARIS
-Mi Aris- empece a escuchar un sonido a lo lejos -hijo- me empezaban a sacudir- ¡Aristóteles!- me espante al escuchar el grito de mi madre y salte de la cama, así cayendo al en el piso.
-Auch- mi cara se había estrellado en el piso - ¿que paso mamá?- pregunte mientras me sentaba y sobaba mi nariz, espero que este rota. Solté un suspiro y empece a estirar mis brazos.
- Hasta que despiertas- me revolvió el cabello - tu celular lleva sonando por dos horas- me extendió mi celular y lo tome de su mano.
Cuando lo prendí sonreí automáticamente al ver el fondo de pantalla, era una foto de Temo; pero mi sonrisa se esfumo rápidamente al ver la hora y los miles de mensajes y llamadas perdidas de mi novio. Me van a matar, o mejor dicho ya estaba muerto.
-Ay no, ay no, ay no...- me pare lo más rápido que pude y empece a buscar que ropa ponerme; tome unos pantalones de mezclilla que estaban en una silla el la esquina de mi cuarto y una camiseta limpia.
Mi madre solo me miraba como si tuviera monos en la cabeza -¿Que pasa hijo?- si tan solo supiera que se va a quedar sin hijo si no me doy prisa.
- Temo me va a matar- estaba muy nervioso - se supone que teníamos una cita a las 12 en el parque, pero me quede dormido, y tengo muchas llamadas perdidas de el, seguramente esta enojado-.
-¿y que vas a hacer?-
-Tengo que ir a su casa, no quiero estar mal con el, voy a ir a disculparme- me metí al baño y salí cambiado. No había tiempo para tomar un baño. -Nos vemos ma- le di un beso en la mejilla, tome mi celular y salí corriendo de mi casa a la de Temo.
Estaba a 15 minutos de la casa de mi niño, y estaba intentando marcarle pero no me contestaba, también le escribí algunos mensajes pidiendo disculpas, pero no los veía. Llevaba conmigo un ramo de girasoles para Temo. Soy un tonto, espero que me perdone.
Cuando por fin llegue a su casa, estaba algo nervioso, pero toque el timbre y después de unos segundos se abrió la puerta, era Susana.
- Hola Susy- sonreí un poco nervioso -¿puedo pasar?-
-Tienes suerte de que yo abrí la puerta y no Pancho- dijo apartándose un poco de la puerta para que yo pudiera pasar.
Solté una risita nerviosa y la mire a los ojos - lo se- trague un poco de saliva - gracias Susy- ella cerro la puerta.
-Temo esta en su cuarto- escuche que dijo, porque yo ya estaba subiendo las escaleras para ir al cuarto de mi novio.
Al estar frente a su puerta solté un suspiro, acomode mi cabello y después toque la puerta.
-Adelante- entre cuidadosamente a su habitación intentando no hacer ningún ruido. Temo se encontraba sentado en su escritorio dándome la espalda. - todavía no tengo hambre papancho-.
- Entonces me alegro de no haber traído comida- el castaño volteo a verme sorprendido, pero bajo su mirada al instante -Hola tahi- me acerque cuidadosamente a el y deje las flores sobre su escritorio, el volteo a verlas y una pequeña sonrisa apareció en su bonita boca- Temo, lo lamento, de verdad perdóname, soy un tonto, me quede dormido y no pude escuchar el teléfono-.
- Te espere en el parque por un poco más de una hora, me tenías tan preocupado. Pero después note que me habías olvidado- su mirada seguía puesta en las flores, el no quería verme.
-Amor- tome su barbilla y gire su cabeza para que pudiera verme - de verdad lo siento cariño- pude notar que sus ojitos comenzaban a humedecerse y eso me dolió. - No bebé, no llores- me agache para estar a la altura de la silla, no lo dude ni un poco y lo abrace, el me devolvió el abrazo. -Perdón cariño, arruine nuestra cita, entiendo si quieres que me marche- intente soltarlo, pero el se aferro mas a mi espalda.
Sollozo - por favor no me dejes- escondió su carita en mi pecho.
-No lo are precioso- pase uno de mis brazos por debajo de sus muslos para poder cargarlo como bebé; cuando ya lo tenia en mis brazos me dirigí a su cama y nos recosté en ella.
Temo se acomodaba mejor sobre mi pecho, mientras yo acariciaba su espalda y dejaba besitos sobre su frente. El resto del día nos la pasamos acostados tan solo haciéndonos mimos el uno al otro; creo que si pude arreglar nuestra cita de hoy después de todo.
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Love me like that... /Aristemo/
أدب الهواةpequeños one-shoots Aristemo siendo ellos en diferentes situaciones