Uchiha Sasuke

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Oscuridad. Dolor. Desesperación. Ira. Tristeza. Un adolescente no debería sentir tantos sentimientos negativos en su alma, en su corazón, golpeando con fuerza cada día, quebrando su mente lentamente e inundando su corazón de una podredumbre que lo iría destruyendo lentamente, inundándolo en la más profunda oscuridad evitando que pudiera salir por sus propios medios, sin ayuda. No había familia. No había amigos. Estaba completamente solo en la oscuridad sin que nadie pudiera ayudarlo a salir de aquella negrura que veía cada día, mucho más oscura, rodeándolo con sus dedos fríos como si fuera la misma muerte.

Su padre fue asesinado. Su madre fue asesinada. Su familia fue destruía por completo dejándolo completamente solo, sin nadie que pudiera ayudarlo a mantenerse de pie, que lo pudiera ayudar a caminar por aquel camino que estaba delante suya, envuelto en la oscuridad, invitándolo a caer en la misma y ser completamente atrapado para el resto de su propia vida.

Su hermano. Itachi. Uchiha Itachi. El genio Uchiha. Aquel que despertó el Sharingan a la edad de ocho años. Siempre lo habían comparado con él, observándolo por si fuera el siguiente genio como su hermano mayor, por si despertaba el Sharingan a una temprana edad o por si fuera el mejor shinobi de toda la aldea. Él odió aquellas comparaciones. Odió como todos esperaban algo de él, que sustituyera a su hermano, como lanzaban el peso sobre sus hombros sin quererlo. Odió como su padre lo comparaba con Itachi. Odió como su hermano no lo entrenaba. Odió la nula atención de su padre sobre él, que siempre fuera Itachi el que tuviera la total atención de Uchiha Fugaku.

No quería ser comparado con su hermano. No quería ser el próximo genio. No quería toda aquella atención de extraños que esperaban algo de él que no quería hacer. Se impulsó a ser como su hermano porque lo idolatraba, lo quería. Siempre estaba ocupado con sus misiones para Konoha como un ANBU, un capitán de escuadrón con solo trece años de edad. El más joven ANBU conocido en la historia alcanzando aquel rango que pocos podrían lograr.

Crump

Apretó ambas manos formando dos puños. Mordió su labio inferior hasta que sangre escurrió lentamente por su barbilla, goteando por su cuello. Sasuke apoyó la frente contra la puerta de su piso dado por el consejo. No era lo suficiente mayor como para poder ir a vivir solo en el destruido complejo Uchiha, lugar de la muerte de cerca de trescientas personas a manos de una sola, de un desquiciado que había probado sus propios poderes y ojos para ver si era el más fuerte, el alcance de todo lo que tenía en poder.

Sasuke odió aquello. Podría haber soportado que hubiera sido otro, ¿pero Itachi? Su hermano siempre lo amó. Aunque discutiera con su padre, siempre lo quiso igualmente. ¿Por qué se dejó llevar en aquella locura matando a todos sus compañeros de clan? Nunca se lo había preguntado. Odio y venganza era lo único que había estado en su mente por años, desde que Itachi hizo aquella matanza llevándose a niños incluso, personitas que eran completamente inocentes de cualquier mal en el mundo. ¿Era un genocida? ¿Amaba la sangre la muerte? ¿Su hermano estaba completamente desquiciado?

Pasó la lengua por su labio inferior, limpiando la sangre y sintiendo el ligero sabor salado y metálico del líquido rojizo, separando la frente de la puerta. Había llegado a su casa después de la práctica entre su maestro y aquel otro jōnin que se le hacía conocido, como si lo hubiera visto con anterioridad. Pero el recuerdo no quería acudir a su cabeza. Lo rehuía y no aparecía completamente, solo fragmentos de charlas y pequeñas palabras entre su hermano y aquel rubio, aunque la cara no se formaba completamente en sus recuerdos, por lo que no estaba al cien por ciento seguro de que Naruto fuera aquella persona.

Pam

Sasuke golpeó con fuerza la puerta, raspando sus nudillos y dejando la piel completamente roja, comenzando a ser manchaba por la sangre que salía de sus nudillos, goteando hacia el suelo lentamente cuando bajó el brazo, mirando con sus ojos oscuros aquella puerta. Apretó los labios, girando sobre sus talones y comenzando a caminar hacia el baño, a por el botiquín de primeros auxilios.

A.N.B.U: El Último SenjuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora