Breadstix

Capítulo 11

Capítulo 11

Quinn, estoy enamorada de ti. Ya está, lo dije y no hay vuelta atrás. El tenso silencio se escurrió entre nosotras mientras mi corazón latía desenfrenado. Espere atenta la reacción de mi mejor amiga, pude notar como poco a poco comenzaba a ponerse pálida y una pequeña arruga se formaba en frente.

—¿Es una broma? —preguntó ligeramente esperanzada.

Sentí un ligero dolor en las entrañas y no pude hacer salir mi voz por lo que solamente negué con la cabeza.

—Eso no tiene sentido Brittany, tú... ¿eres homosexual? Pero si saliste con Ryder cuando estábamos en tercero de secundaria —siguió diciendo Quinn.- Yo bromeaba contigo sobre que te gustaban las chicas pero no creí que fuera verdad , ¿Por qué no me lo contaste cuando yo te confesé que me gustaban las chicas?

Me removí incómoda en mi sitio recordando ese año lleno de incertidumbres y descubrimientos. Había intentado convencerme a mí misma que me gustaba Ryder Fabray y que lo que sentía por Quinn no era nada más que cariño fraternal nacido de años de convivencia, pero entonces él y yo intentamos llegar más lejos de lo usual y...

—No funcionó porque en el fondo yo sabía que te quería, que te quería. En realidad, yo-

—Detente Brittany, por favor déjame asimilar lo que me acabas de decir —interrumpió.

Cerré la boca. Después de unos instantes que me parecieron eternos, suspiró y dijo:

—Lo siento, no puedo corresponder a tus sentimientos.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y asentí.

—Lo sé, solamente quería decírtelo —conteste.

—Creo que deberíamos volver con los otros —sugirió incómoda.

—Adelántate, iré en un momento —murmuré con la voz rota.

La observé alejarse de mí y en cuanto desapareció de mi vista, corrí al baño. Encerrada en un cubículo lloré por ser una imbécil y una insensata, había arruinado su momento, había arruinado nuestra amistad. Ese era el precio que debía pagar por haber cedido a los celos.

—¡Gracias! Ahora para cerrar la noche tocaremos Vampires Will Never Hurt You de My Chemical Romance dedicada a Santana Lopez —escuche que decía la preciosa voz de Marley.

And if they get me take this spike and, You put the spike in my heart.

Las estrofas siguieron su curso y yo recargue mi frente contra la puerta pintarrajeada del baño para intentar calmarme, me sobresalté cuando alguien dio unos pequeños golpes en la madera de aquel compartimiento.

—Está ocupado —solté en lo que pareció un gruñido.

—Lo sé, ahora sal de ahí porque me estoy perdiendo mi canción —dijo la voz de Lopez.

Me sequé las lágrimas para después abrir la puerta y encontrarme con los inquisitivos ojos de la morena.

Someone get me to the doctor, someone get me to a church, Where they can pump this venom gaping hole.

Rogué junto con la canción y pareció que mis plegarias fueron escuchadas porque Lopez se acercó a mí y me rodeó con sus brazos. Enterré mi nariz en su cuello y mis ojos se humedecieron de nuevo.

—Santana —susurre.

—Ummm... —exclamó la morena recargando su mentón en mi cabeza.

No dije nada y a ella pareció no importarle, minutos más tarde cuando levanté mi rostro vi que le había empapado el hombro con mis lágrimas y me sentí terriblemente avergonzada.

—Lo siento, mojé tu camiseta —dije mirándola a los ojos.

Lopez se encogió de hombros y me dedico una pequeña sonrisa conciliadora, me pase una mano por el cabello con nerviosismo.

—¿Ahora qué? —pregunté.

—Antes mencioné que no me sentía bien, ¿podrías llevarme a mi casa? No vaya a ser que me desmaye por el camino —dijo fingiendo una voz torturada.

Le sonreí ampliamente. Salimos del baño justo cuando la canción estaba por finalizar.

—Espérame en la entrada, avisare a los demás que nos retiramos —ordenó.

Obedecí sin replicar, me parecía un poco extraño que justamente Lopez estuviera ayudándome a salir de ahí, pero estaba demasiado cansada como para buscarle un significado a sus acciones, justo ahora lo único que quería hacer era encerrarme en mi cuarto, hacerme bolita en mi cama y escuchar toda la discografía de Adele.