Capítulo 15
No sabía por dónde comenzar, así que lo hice desde el momento en el que supe que era lesbiana con certeza. Anteriormente lo había sospechado, como en aquella ocasión en la que Quinn salió de la ducha, dando como resultado que tuviera un sueño húmedo, en el que le arrebataba la toalla y comenzaba a besarla; pero no fue hasta la humillante escena con mi ex-novio que lo supe sin lugar a dudas.
Mercedes puso su mano en mi antebrazo y murmuró un divertido: "¡Ay, cariño!" cuando describí mi bochornoso intento de hacerlo con Ryder, fallando estrepitosamente. Se notaba en su mirada que quería reír; pero se mordía el labio para aguantar soltar sonido alguno que pudiera incomodarme más de lo que ya estaba. Rachel por su parte solo me miraba con condescendencia, y mostrando la misma vergüenza que yo al decirlo. Al no ver signos de malicia en ninguna de las dos, pude relajarme y seguir con mi relato, era bueno desahogarme y poder sacar todo de una vez; antes no me había permitido tener tal grado de sinceridad con nadie, nunca.
La mesera nos trajo tres tazas grandes de café negro, que olía demasiado dulce como para tratarse de un simple americano, además de una bandeja con panque de naranja. Imité a las chicas cuando remojaron sus panqués dentro de la taza de café, la combinación era deliciosa, el cítrico de la naranja, se combinaba a la perfección con el dulzor de café recién hecho.
—Pero si ya sabías que eras lesbiana, y que te gustaba esa rubia, ¿por qué esperaste dos años para hablar? —preguntó la morena dedicándome toda su atención nuevamente.
—Tenía miedo de que nuestra relación fuese a cambiar.
Mercedes me sonrió.
—Ese es el punto, lo que querías era precisamente cambiar la forma en la que ambas se tratan, ¿no?
Meneé la cabeza enérgicamente, no quería que las cosas entre nosotras cambiaran, no era la manera de expresarlo.
—No lo sé, en realidad quería que siguiéramos siendo amigas, amigas que se besan y... otras cosas... Ahora lo arruine.
—¿Cómo reaccionó Quinn ante tu confesión? —cuestionó la morena.
Les conté a ambas lo que ocurrió el viernes con todo lujo de detalles, pero guardé para mí la forma en la que Lopez me consoló y mi fatídico intento de besar a la latina. Eso era algo que aún no estaba preparada para enfrentar, siquiera para pensar en eso con seriedad, sería difícil ver a la morena en el trabajo.
—En realidad no iba a decírselo nunca, ni siquiera cuando llegó a contarme que había conocido al amor de su vida, pensaba sufrir en silencio. —Me detuve para mirar a la castaña.
—Eres toda una mártir, ¿eh? —comentó Mercedes a medio camino entre exasperada y divertida.
No le hice caso, en su lugar me concentré en Rachel que me miró sorprendida.
—¿Hablas de mí? —preguntó extrañada.
—Sí, ¿Quinn no te contó sobre la primera vez que se encontraron? —pregunté confundida.
—No, recuerdo sus caras porque eran clientes frecuentes... Pero no fue hasta que preguntaron por el puesto de trabajo, y que aceptaron sus solicitudes, que comencé a hablarles.
—Esa idiota, puedo contártelo si quieres, no soy desleal, pero me lo debe después de haberte dicho lo de mi confesión.
—Brittany, ella me contó lo de la confesión porque se sentía muy confundida, siempre se han tenido la una a la otra, ¿no es verdad? Cuando estamos en el trabajo solamente habla de las aventuras que tuvieron juntas, no la he escuchado mencionar a otra amiga nunca, y a ti tampoco, entonces, ¿por qué nos contarías esto si...? Espero que no te ofendas, pero, ¿nos contarías esto si tuvieras a alguien más con quien hablar?
—Probablemente no.
—Ahí lo tienes, me lo dijo porque no podía hablar con su mejor amiga.
Medite un momento en sus palabras, Rachel era una chica lista. Me sentí reconfortada ante esto, significaba mucho más para mí de lo que ella podía suponer.
—También puede ser que te lo haya contado porque le gustas y confía en ti —dije y esta vez las palabras no me supieron tan amargas, Rachel era una buena chica y podía entender por qué le gustaba a Quinn.
Rachel me sonrió y se sonrojó un poco.
—No te preocupes tanto, Brittany, al principio será algo incómodo, pero con el tiempo se adaptarán a la situación —aportó Mercedes.
Hice un sonido de incredulidad.
—Lo digo enserio, míranos a Santana y a mí: estuve enamorada de ella desde que estábamos en jardín de niños, nunca me tomo enserio hasta que la obligue a hacerlo y aceptar mis sentimientos; fui rechazada y al principio dolió demasiado estar a su lado, ella se sentía bastante mal al respecto, pero ahora podemos bromear sobre el asunto y es jodidamente divertido ponerla incómoda.
Levanté las cejas al escuchar las palabras de la morena, al parecer Lopez y Mercedes también habían tenido su historia y lo superaron, eso me hizo sentir mejor, tenía la esperanza de recuperar a Quinn, no como yo lo hubiese querido, pero sin perderla completamente.
—Gracias a ambas —dije con sinceridad.
Ellas me sonrieron cálidamente y sentí como liberaba un enorme peso de mi alma, necesitaba esa conversación, necesitaba que alguien me escuchara y me aceptara como era.
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Breadstix
RomanceBrittany lleva años "enamorada" de su mejor amiga Quinn Fabray y la apoya en cualquier locura. En una de esas locuras conoce a una arrogante y sexy latina que la ayudará a superar su amor por la ojiverde.