Al día siguiente me desperté al sentir claridad y ruidos al otro lado de la puerta, me removí en las sabanas hasta quedar boca arriba,al abrir los ojos sentí unas terribles punzadas en la cabeza que me hicieron arrugar el rostro debido al dolor.
—Mm...Demonios—Me quejé por lo bajo sobandome la frente con la palma de la mano,Pude notar que había mucho sol así que probablemente ya era mas de medio día,había dormido mas de doce horas y ahora despierto con resaca además de que el estomago me ruge de hambre por no haber cenado anoche,me incorporé con lentitud y saqué los pies de la cama dejándolos en suelo,me di cuenta que ni siquiera me había quitado los zapatos ni cambiado mi ropa ajustada,me levanté y caminé con pesadez hacia la puerta,quité la llave y salí,bajé las escaleras cuidadosamente ya que sentía que la cabeza se me iba a caer en cualquier momento,entré a la cocina en busca de comida Encontrándome con mi padre sentado en la mesa del comedor.
—Pensé que ya tendrías las venas rajadas,sabía que no lo harías,no eres capaz,eres un cobarde.
Rodé los ojos y pasé de él,yendo directamente a la alacena,tomé un par de ingredientes y empezé a prepararme un emparedado.
—Hoy tienes escuela no te hagas el tonto!—Exclamó a mis espaldas—
—No iré a ninguna jodida parte hoy—Murmuré con desgano—
—Tú no te mandas solo Bill—Respondió con tono grave detrás de mi—
—Ssht, ¿Podrias dejar de gritar? maldición—Le reclamé en un murmullo—
—Ni siquiera estoy gritando Bill,Oh...ya entiendo,hijo,tienes resaca ¿No es así?—Preguntó con diversión,pero yo no le respondí,me quedé estático esperando a que agregara algo más y no tardó mucho en hacerlo—
—Por fin haces algo masculino,estoy orgulloso de tí,muchacho,ya pensaba yo que...—Apreté la mandíbula a la vez que simultáneamente estrujaba el pan con mis dedos—
—Puedes—Le interrumpí—Hacer silencio,por favor?—Al agregar esto ultimo mi voz salió extrañamente calmada,Por un momento todo se quedó en silencio,al parecer a mi padre también le sorprendió esa respuesta tan serena de mi parte—
—Claro hijo—Contestó al fin de manera espontánea—Te recomiendo aspirinas—Agregó—
—Gracias—Respondí asintiendo y luego Solté un pesado suspiro,agarré el plato y me di la vuelta para salir—
—No vayas a la escuela hoy,no podrás atender las clases con resaca,creeme—Comentó divertido antes de que yo cruzara el marco de la puerta—
—No pensaba ir,Después de todo estoy castigado ¿No?—Dije con una sonrrisita socarrona—
—No para la escuela Bill—Aclaró con voz cansada—
Negué divertido.
Demasiado tarde...
—Eso nunca lo mensionastes así que creo que... cero escuela por un mes—Canturreé juguetón y abandoné el lugar velozmente para dirijirme a mi cuarto,mientras subía las escaleras mi padre gritó desde la cocina—:
—¡Sabes que no es así Bill!