Capítulo 20

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-¡Hasta que el marica se digna en aparecer!-Puse los ojos en blanco al Escuchar la voz de mi padre cargada de sarcasmo a mis espaldas y después de dar un pequeño respingo me giré para encararle-

-Papá no empieces,es de mañana, el sol brilla y los pajaritos cantan ¡Disfrutemos del día!-Exclamé levantando los brazos con clara ironía mientras avanzaba hacia él-

-Deja tu ironía de lado porque ahora me vas a dar una explicación-Dijo con seguridad a la vez que se cruzaba de brazos -Y espero que sea una muy buena -Completó-

-Pues te quedarás esperando...-Murmuré por lo bajo-

-¿Que dijiste?-Preguntó con un tono molestamente alto-

-Que te quedaras esperando porque no voy a explicarte nada-Respondí levantando la cabeza para mirarle-

-¿No vas a hacerlo?-Interrogó con una ceja arqueada-

Negué con la cabeza.

Él avanzó hacia mi con paso amenazante y cuando estuvo a centímetros de mi rostro me recliné hacia atrás,pegando la espalda en la pared y alcé la vista para mirarlo amenazante.

-¿Pero que te estas creyendo Bill?-Susurró con un rostro que me provocó un leve estremecimiento-¿Tu crees que simplemente puedes irte y volver cuando se te de la gana? ¿Eh? ¿te crees muy independiente hijo de puta? -Finalizando esta frase (que nunca me la había dicho, ni siquiera en la discusión mas acalorada) empuñó su mano en mi cabello y haló con fuerza-

-Suéltame.-Le demandé con la mandíbula tan apretada que sentía que en cualquier momento se me iban a quebrar los dientes-

-Te recuerdo que aun estas bajo mi mando,eres un niño...

-No soy ningún niño-.Le interrumpí-

-¡Entonces compórtate como un grande idiota!-Gritó de repente- ¡Como un hombre!

-Si ser "Hombre" es parecerse a ti prefiero seguir siendo un marica,cerdo asqueroso.-Escupí cargado de veneno-

De inmediato su puño se estampó en mi cara. Me quedé unos minutos en silencio, hiperventilando, sin decir nada.

-Me revolví un poco para zafarme de su agarre que se había aflojado después del golpe,el lado al que le había pegado me ardía, sentía como si se me fuera a explotar en cualquier momento. me dio un empujón en dirección de las escaleras y exclamó-:

-¡A tu cuarto! ¡No quiero volver a verte en todo el día!

Le Miré,lo hice con furia, con odio, ¡Estaba realmente furioso! ¡Nunca me había pegado y ahora yo se lo había permitido!

-Y yo no quisiera volver a verte en toda la vida...-Mascullé apretando mis puños y corrí hacia las escaleras, haciéndome daño en las palmas de mis manos-

Una vez en el piso de arriba entré a mi habitación y cerré la puerta violentamente.

Mi respiración seguía acelerada y mis ojos se tornaron vidriosos, me llevé ambas manos a la cabeza y la apreté a los costados con fuerza, como si quisiera hacer que mi cerebro saliera expulsado hacia arriba.El pecho lo sentía recargado, todas las alegrías vividas con Tom se habían ido a la mierda en ese momento, nuevamente me sentía como era antes de conocerle, cargado de ira y un odio tan potencial que si pudiera convertirlo en arma acabaría con toda la población mundial en un solo estallido, si tan solo lo dejara salir el universo entero explotaría.

Sollocé fuertemente y me dejé caer al piso con brusquedad, quería sacarlo de mi, deseaba algo filoso que pudiera abrirme el pecho para así colar mi mano entre mis órganos y arrancarme el odio desde las entrañas, para ser, plenamente feliz.

Largos minutos pasaron hasta que logré calmarme, mi pecho se movía a un ritmo normal y ya no me encontraba al borde de un ataque epiléptico, aunque seguía doliendo...me levanté con pesadez del suelo y empecé a despojarme de mis ropas, hurgué en mi mesita de noche hasta hallar una arrugada bola de papel amarillento, con manos temblorosas la desarmé para encontrar en el interior una pequeña masita de hierbas verdes, volví a hurgar en el cajón, busqué una hoja de papel y la dejé encima de la mesita, coloqué la mota en el medio y luego me lo llevé a la boca para mojar el papel con mi lengua y así terminar de armar el porro,le eché fuego y me metí al baño.

No se cuantas horas permanecí en la tina, solo me di cuenta de que me había quedado dormido y que, al despertar me encontraba increíblemente relajado. salí del agua y me dispuse a vestirme;un par de vaqueros rotos y un jersey azul,tenía el pelo lleno de ondas y la cara limpia,así me colé por las ramas y las hojas hasta llegar a la calle, pude notar que era bastante tarde, las calles solas y frías, el viento me removía el pelo, en ese momento me sentí jodidamente patético, débil y necesitado, me sentía seco; como se siente una persona después de haber derramado lagrimas amargas, atravesé el solitario parque en el que acostumbraba a comprar la droga y llegué a casa de Tom, la rodeé para llegar a la parte trasera y desde allí me dispuse a tirarle piedrecillas a su ventana. Después de un rato salió él, de verdad que no entendía como le hacía para verse tan perfecto todo el tiempo, me dedicó una enorme sonrisa que fue respondida con una horrible mueca,me trepé hasta llegar a la ventana y allí toparme con él,nuestros ojos conectaron y me lancé a sus brazos,no pude resistirme, ni siquiera disimular, igual nunca fui capaz de hacerlo con él, desde que lo vi por primera vez,simplemente no pude.

La calidez de la habitación nos sobrecogió y hallé un poco de alivio en sus brazos.

-Tommy...-Sollocé-

-Shh...Calla mi amor-Me silenció con un suave murmullo a la vez que deslizaba su mano de arriba hacia abajo por mis cabellos-

Seamos malos juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora