El tiempo Pareció haberse congelado después de aquel encuentro con mi progenitor, como si el mundo hubiese girado rápidamente y ahora todas las cosas me parecieran extrañas, en la camioneta de Tom no hablé por un tiempo, miraba al frente como si esperara algo que nunca llegaría, escasamente parpadeaba y sobre mis mejillas yacían las lágrimas congeladas.
Mi Tom me lanzaba miradas preocupadas de vez en cuando, no fue hasta mitad de camino que se decidió a romper el silencio.
-¿Que ha pasado ahí dentro?-Me preguntó en un tono bajo y cohibido a lo que yo negué con la cabeza y le miré con ojos rotos, mis labios se movieron automáticamente al ver su cara de niño pequeño y le dediqué una sonrisa restándole importancia al asunto-
Tom pareció creerme a pesar de que mi aspecto me delatara, no volvió a preguntar nada mas y yo me dediqué a fumar un cigarrillo.
Al llegar a su casa subimos directamente a su alcoba, me encontraba cansado, agotado mentalmente, vi su cama y lo primero que deseé fue arrojarme en ella y no despertar jamás, sus brazos me rodearon desde atrás y su suave susurro se escuchó en mi oreja.
-Estuviste llorando...Dime, ¿Que es lo que ha pasado Bibi?
Suspire y la habitación se llenó de silencio, mi cuerpo se estremeció por los espasmos y me vi obligado a no llorar, no frente él.
-No importa Tommy- Respondí con voz llorosa-No importa...-Repetí una vez más y me gire para quedar frente a él, le dediqué una sonrisa rota y me acerqué para besar sus labios pero...simplemente no fui capaz-
Me separé y me dirigí al baño, ahí me encerré encontrando una pipa sobre la mesa del espejo, observé el objeto con curiosidad y miles de recuerdos me azotaron la mente, me sentí mareado por un momento y me dejé caer al suelo, todo me daba vueltas, todo comenzó a ir muy rápido y me se senti fuera de lugar, como si me hubiese fusionado con mi entorno, ahora todo se sentía mas real, los latidos de mi corazón hacían eco en mi cabeza y de fondo, a lo lejos, muy a lo lejos escuchaba los suaves golpes de Tom sobre la madera.
El ataque de pánico duró unos pocos minutos, Tom se cansó de insistir y al parecer abandonó la residencia , me quedé sentado en el frío suelo, mirando a punto muerto en la pared, torturandome con mis propios recuerdos.
Una lágrima se escapó de mi cuenca.
†
No era consciente de nada, estaba tirado sobre una superficie dura y fría, el suelo de mi habitación quizá, no podía moverme ni abrir los ojos, los párpados me pesaban mortalmente y mi corazón rebotaba contra mi pecho, una y otra vez, cada vez mas rápido, empecé a perder la vicion y lo único que mi vista distinguía era un montón de luces centelleantes, me dolía el pecho y casi no conseguía respirar, todo se volvió oscuro y a la mañana siguiente amanecí en un hospital.
†Un suspiro tembloroso escapó de mi boca.
†
Acaba de llegar de la escuela, no había nadie en casa, sólo la incompetente niñera del mocoso pero era tan insignificante que simplemente no contaba, subí a mi habitacion, abri mi mochila y saqué de ella una pipa junto con una pequeña bolsita de plastico, la excitación invadía mi cuerpo, estaba siendo controlado y yo no ejercia ninguna oposición a eso, Vertí el contenido de la bolsita en la pipa y luego usé un encendedor, inhalé y la habitación se llenó de humo, perdí el conocimiento.
Día tras día, al llegar a casa, día tras día iba quedando mas enganchado pero eso yo no lo sabia.
†"-Señora, su hijo ha estado consumiendo sustancias alusinogenas, acaba de sufrir una sobredosis."
†
"-Señora, su hijo se ha salvado de milagro..."