Prometidos

Orquídeas

Tony comenzó a despertar sintiéndose realmente bien. Casi no recordaba nada de lo de anoche, pero estaba contento de sentir una delgada cintura bajo su fuerte brazo.

Sabía que había vuelto a casa después de que aterrizaron y por lo que sintió, pensó que había pasado por alguna conquista esa noche;

"parece que de nuevo la pase bien" pensó para si acomodándose y acurrucándose más con su conquista. El hombre bostezo un poco más enfocando en unos rubios cabellos y una amplia espalda. Tony se separó de golpe haciendo que su acompañante se despertara;

- ¿Tony? - preguntó Steve volteándose y frotándose los ojos. El chico enfocó y esbozó una linda sonrisa -Buenos días alfa- dijo dejándole un beso en la mejilla haciendo que Tony se alejara del otro de golpe

- ¡¿Qué demonios haces en mi cama, omega?! - gritó con fuerza poniéndose en pie y colocándose con rapidez sus bóxer al darse cuenta de su desnudez

- ¿de qué hablas? - preguntó el menor mirándolo confundido -Tu entraste anoche a mi cuarto y... - el chico se sonrojo hasta las orejas -lo hicimos durante toda la noche. Fuiste un poco brusco

- ¿Qué?

-fu-fue mi pri-primera vez- susurró el otro bajando la cabeza con vergüenza mientras que a Tony se le bajaban los colores de la cara y se le bajaron aún más cuando vio la marca de unión que tenía el omega en el cuello

-no... - dijo en voz baja comenzando a alterarse -no, no, no, no, no, no, ¡NO! - gritó exasperado tomando al omega del brazo y jalándolo hacia él para ver la marca - ¡DEMONIOS, NO! -

- ¡¿Qué pasa, alfa?!- gritó Steve bastante asustado viendo como su alfa entraba en crisis y soltaba un horrible olor a café quemado, lo que indicaba que estaba furioso

- ¡¡TE MARQUE!! ¡¿POR QUÉ ME DEJASTE?!

-Y-yo... somos esposos... t-tú me apareaste... t-tu fuiste quien quiso hacerlo... nos estábamos llevando mejor después d-del in-incidente y... t-tú me apareaste... tú entraste y dijiste que me deseabas

- ¡¿deseaba?! ¡no me hagas reír! ¡el que te aguante, no quiere decir que te acepte como mi omega y mucho menos que quisiera marcarte! ¡NO SEAS ESTUPIDO! – aulló, haciendo que el corazón del rubio se rompiera y su rostro solo mostrara profunda tristeza, pero cubierta por su mejor cara de póker. El hombre revisó la marca y se relajó un poco -Bien, bien... solo fue un desliz... eso es... si no te vuelvo a marcar no será para siempre y se borrará con el tiempo, así que no debo preocuparme siempre y cuando no estés en celo, porque no lo estas ¿verdad? - el rubio no respondió, solo se alejó del alfa soltándose con violencia y se fue hacia su armario, tapándose con una manta - ¿verdad? - repitió el hombre girando al rubio, quien había empezado a llorar en silencio - ¡respóndeme!

-no, no lo estaba- dijo bajito, para alejarse de nuevo y meterse al baño. El castaño sintió algo extraño dentro de él y como su alfa se mostraba enfadado por ver a su omega llorar, pero sin darle importancia, tomó su ropa y salió del lugar dejando al otro en el baño.

El moreno se fue hasta su cuarto y se metió al baño para poder asearse. Cuando acabó, se puso unos pantalones cómodos y una camisa para dirigirse a la cocina, estaba bastante hambriento por lo sucedido la noche anterior, aunque casi no recordara mucho. Lo que si podía recordar y sentir bastante era su aroma y el del omega enlazados, era cautivante e increíblemente pacifico.

El moreno estaba llegando hasta la cocina, cuando escuchó las voces de Peter y Pepper. Iba a entrar cuando un comentario lo detuvo en seco;

- ¿enserio está bien? - preguntaba Pepper algo asustada -Anoche lo escuche algo inquieto y me asusto un poco. Cuando estuvo contigo fue bastante tranquilo