¡Inicia el estro!

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El silencio en la habitación había sido ocupado por la respiración agitada de ambos. Tony se acercaba lentamente a besar al rubio mientras que acunaba sus mejillas con sus manos, cuando este se alejó de su toque y le colocó las manos sobre el pecho;

-no... - soltó Steve ejerciendo presión ante el toque del alfa. Le temblaban las piernas y sentía que en cualquier momento perdería el poco control que le quedaba por las fuertes feromonas del alfa

- ¿no? – preguntó el otro desconcertado. Sentía el rechazo de su omega y eso le dolía - ¿omega?

-no...

-omega... te necesito. - soltó el otro de manera lastimera acercándose de nuevo. Steve lo miró, sus pupilas dilatadas mirándolo con atención y haciendo que su omega interno se revolcara por estar con su alfa -Tú me lastimas, alfa. Siempre me lastimas... - Tony bajó la cabeza sin soltar sus manos, las cuales había tomado antes que el omega se fuera -Dime, si yo no quiero hacer algo mientras estoy contigo ¿me dejaras ir o me obligaras? – el alfa gruño -Esa no es una respuesta. – volvió a gruñir y comenzó a jalarlo hacia la cama, haciendo que Steve jalara también y se quedara en su lugar -Dije no

-omega... - volvió a decir el moreno olisqueando y comenzando a marcar al otro mientras se restregaba en él -mío

-soy tuyo, pero me siento lastimado y aun estoy enojado contigo. – el castaño comenzó a soltar feromonas de nuevo -No hagas eso

-nido- soltó Tony caminando hacia la puerta, siendo detenido nuevamente por el omega

-no iremos a mi nido. La ultima vez quisiste destruirlo, ya no te dejare entrar en él

-mío... - dijo algo mas fuerte volviendo a jalarlo hacia la cama mientras que salivaba -te quiero omega... - el rubio ya no podía más. Se sentía completamente abrumado por el montón de feromonas que estaban en el cuarto y estaba completamente seguro de que había comenzado a lubricarse su entrada -Te necesito... no... no me dejes

-te daré... un supresor. - respondió en un jadeo soltándose nuevamente del alfa y caminando hasta la mesita junto a la cama, de dónde saco un supresor y lo clavo ágilmente en la pierna del alfa. Tony soltó un gruñido y lo miró furioso. Steve suspiró -Aun no... - le escuchó gruñir otra vez.

Inmediatamente, el otro frunció el ceño y se lanzó sobre el omega, jalándolo con fuerza hacia la cama y colocándose sobre él. Steve inmediatamente lo empujó y se alejó con rapidez, sus ojos detonaban miedo cuando el moreno lo volvió a jalar hacia él;

- ¡NO! – gritó asustado empujando de nuevo al moreno quien detuvo sus movimientos -No me lastimes

-omega... no... lo siento. - respondió el alfa colocando su cabeza en el cuello del rubio y aspirando con fuerza. Luego comenzó a lamer la marca de nuevo y a marcar la mejilla del omega -Lo lamento... Steve... - susurró, quedándose inmediatamente dormido encima del rubio, quien lo miró confundido, pero comenzando a dormirse también.

Un par de horas después, Steve comenzó a removerse algo incómodo. Se sentía caliente y, además, unas manos inquietas lo estaban despertando;

-dije que no, alfa- dijo aun adormilado, sintiendo como Tony dejaba suaves besitos en su clavícula e iba subiendo por su cuello y mentón, hasta que llegó a su oreja y mordió el lóbulo de esta

-mío... - escuchó suavemente, haciéndolo suspirar -Por favor... te necesito. – Tony lo volteó suavemente y comenzó un beso delicado y lento, siendo correspondido por parte del otro -Mío, mío

-tuyo- suspiró este cerca de sus labios, cediendo ante el otro. Sabia que estaba mal, que debía ser un poco mas fuerte, pero su omega le estaba haciendo la vida imposible al no aceptar que su alfa lo necesitaba. También entiende, que él estaba entrando en celo.

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