Prometidos

¿Por qué estas aquí?

El silencio se hizo en el lugar después de semejante grito.

Strange se mantuvo tenso y mirando hacia la puerta como si estuviera esperando su muerte mientras que Tony se encontraba toqueteando ligeramente a su omega y buscando en sus bolsillos algún tipo de golosina, siendo empujado por Steve hacia un lado;

- ¡te dije que no tengo nada! – susurró mirando al alfa y haciéndole mala cara. Luego levantó su mirada hacia el alfa azabache, pero antes de abrir la boca un nuevo grito los descoloco a todos;

- ¡MALDITA SEA STEPHEN! ¡SAL AHORA Y MUESTRATE, ALFA COBARDE! – volvieron a oír aquella fuerte voz y a sentir un ligero pero agrio olor a chocolate oscuro

- ¿Stephen? – preguntó Steve viendo como el alfa se ponía pálido - ¿Quién es?

-deberías salir, Strange. – mencionó Tony saliendo de detrás del rubio y sonriéndole con maldad -Oh... ¿es que acaso te da miedo? – el otro bufó haciendo que la sonrisa del castaño se agrandara mas - ¡Oh, Dios! ¡El gran y perfecto Stephen Strange tiene miedo!

- ¡No tengo miedo, Stark! – soltó cuando escucharon el interruptor de la oficina del alfa sonar

-señor, - se oyó por el intercomunicador -le buscan con urgencia aquí afuera... debería dejar de esconderse antes de que...

- ¡SAL DE UNA MALDITA VEZ! – oyeron de nuevo, cuando la puerta de la oficina del azabache se abrió de golpe mostrando a un muy furioso hombre de cabello gris y ojos oscuros, el cual desprendía un fuerte olor a chocolate oscuro y algodón de azúcar -Con que aquí te escondías. - gruño con furia el pequeño hombre acercándose al otro y golpeándole el pecho -Estas consiente de que nos dejaste solos por mes y medio ¿verdad?

-cariño, debes calmarte. – dijo el otro mirando al hombre que tenia frente a él e ignorando olímpicamente a Steve y Tony, quienes se habían hecho a un lado por el fuerte olor que desprendía el omega que acaba de ingresar -Ahora, tú no me vengas con regaños. – soltó con molestia enfrentándolo - ¿Qué estas haciendo aquí? Yo te deje con Shuri y T'Challa por una razón, ¿escapaste?

-si- exclamó el bajo con firmeza

- ¿Cómo lo hiciste? Shuri estaba cuidándote

-yo le ayude a escapar- sonrió una joven beta de piel morena que venía ingresando

- ¿Qué demonios, Shuri? ¡se supone que debías cuidarlo!

- ¡y lo cuide! – soltó la chica con un puchero, para luego sonreír con malicia -Pero ambos estábamos aburridos y hermano no nos permitía salir. Así que cuando hubo la oportunidad, escapamos y vinimos a pasear

- ¡así es! – le espetó el hombre

- ¿Everett Ross? – escucharon de pronto la voz de Tony, quien se había mantenido quieto junto al otro y estudiando al hombre que había entrado

- ¿Tony? – preguntó el otro acercándose al moreno y extendiéndole la mano con una mirada de sorpresa - ¿Qué estás haciendo aquí?

-vine por una consulta y a pelear con Strange por mi esposo. – y señalo con el pulgar al rubio que lo miraba aturdido -Él es Steve Rogers de Stark, mi esposo

-un gusto, soy Everett Ross de... espera un minuto... ¡¿Qué dijiste Stark?! – exclamó con furia el pequeño omega volviéndose de nuevo lleno de rabia hacia Strange quien mantenía una conversación con Shuri. Tony extendió su sonrisa mirando al otro alfa mientras se comía unos dulces que sacó de una mesa que estaba en el lugar - ¡Stephen Vincent Strange! ¡¿me estas siendo infiel?! ¡por eso me dejaste en Wakanda! -gritó con molestia acercándose de nuevo hacia el alfa y empujándole el pecho con enojo