Prometidos

Un nuevo comienzo

Había pasado una semana desde que todo se había solucionado.

Tony, Peter y Bruce se habían quedado en casa de Steve durante ese tiempo mientras que Howard volvió a Nueva York para encargarse de la empresa junto con Pepper.

Los dos primeros se quedaron para ayudar en la recuperación de Steve y darle un descanso a Sam, ya que Bucky tuvo que volver a la base y Bruce se quedó para tener unas mini vacaciones en familia junto a los Barton.

Esa mañana, Tony se encontraba profundamente dormido y descansando tras una larga noche de discusión y apuestas con Bucky y Stephen, cuando sintió un fuerte olor a fresas, vainilla y miel empezar a ahogarlo, haciendo que se removiera incómodo y más aún, al sentir un peso extra sobre él.

Cuando abrió los ojos nada lo preparaba para lo que estaba mirando, su Steve, su muy enfermo y un poco mejorado Steve, se encontraba sentado sobre él, en ropa interior y sudando a mares junto con un leve sonrojo en sus mejillas;

-cariño, ¿qué estás haciendo? Aun debes descansar- dijo preocupado intentando incorporarse, pero siendo detenido por el rubio, quien por alguna gracia divina había recuperado su fuerza

-tengo mucho calor, alfa... - contestó el omega coqueto dándole un beso sobre la nariz -Y te quiero dentro... A-ho-ra- agregó, dejándole pequeños besitos en el cuello haciendo que Tony lo mirara ruborizado, ¿qué estaba pasando?

-cariño, sabes que por mucho que quiera consentirte, Stephen dijo que nada de "cositas" hasta que llegara tu muy... Raro... - el hombre lo miró anonadado y salió de la cama de un salto, haciendo al rubio caer a un lado de esta - ¡Mierda! ¡Llegó tu celo raro del que hablo Strange! ¡¿Qué hago?!

- ¡alfa! - gritó Steve levantándose y yendo hacia este, quien se metió dentro del pequeño baño del lugar con su celular en mano

- ¡quédate quieto, omega lujurioso! – gritó, oyendo al otro dar golpes en la puerta - ¡Maldita sea, contesta! – gritó de nuevo viendo su teléfono cuando alguien habló del otro lado

- ¿hola? - se escuchó al instante

- ¡Strange! - exclamó Tony apoyado en la puerta para que el rubio no abriera - ¡Steve!

- ¿Qué le pasa a mi prínci...? ¡Auch!

-Steve entró en ese celo raro del que nos hablaste... ¿Qué hago?

- ¿tú que crees, Strange? Y te dices genio... Debes marcarlo, imbécil

FLASH BACK

Tony se encontraba recostado protectoramente sobre Steve cuando Stephen y Everett habían llegado a revisarlo.

Desde que le habían dado la salida del hospital al rubio, el alfa no le había dejado solo en ningún momento, haciendo a los otros alfas cerca sentirse algo incomodos por el fuerte olor que destilaba el moreno;

- ¿puedes dejarle ya, Stark? Necesito revisar como se encuentra- decía Stephen con voz cansina mientras que Everett reía a un lado de ellos con su pequeña Rossy en sus brazos

- ¡no! - soltó con molestia el genio - ¡Vas a tocarlo!

- ¡es obvio que tengo que tocarlo, tonto! ¡Tengo que tomarle signos!

- ¡hazlo conmigo aquí!

- ¡estas encima suyo!

-Tony... - dijo Steve de pronto intentando detener el comienzo de una pelea sin fin entre ambos alfas -Por favor, deja a Stephen trabajar y tráeme agua ¿sí?

-pero Stiff... No te quiero dejar con este alfa lujurioso

- ¿disculpa? - dijo el matrimonio Strange al unísono