Prometidos

No creeré más mentiras

Tony seguía aplaudiendo lentamente sin dejar de mirar a los otros dos;

-de verdad que si me dejaste impresionado. - dijo sin dejar sus aplausos sarcásticos ante la mirada atónita de los otros -Pero te digo algo... Yo ya sabía esta situación

- ¿qué?- soltaron los otros dos de nuevo sorprendidos

-que yo ya sabía sobre la "supuesta infidelidad" de Steve. - agregó Tony haciendo unas comillas en el aire -Eres una enorme zorra, Carter

-fue ese estúpido omega ¿cierto? Él fue con el chisme. – se alteró la mujer - ¡Miente! ¡Steven es la zorra!

-woooooo que boquita, rubia y no, no fue Steve. – respondió el alfa -Él no me dijo nada y tengo la sospecha de que estaba pensando que lo trataría mal y no le creería como pasó con Obadiah. Sus razones tiene y no lo culpo, fui un asco en el tema, aunque me entretuve despedazando el rostro de ese imbécil. – suspiró por un momento -Pero si quieres saber, fue Pepper quien me informó lo que sucedió entre ustedes. Ni siquiera Romanoff me informó de esta situación, al parecer se lo prometió a Steven. – el moreno la miró ceñudo -Y no llames zorra a mi esposo, tú fuiste la arrastrada

-explícate, Anthony- pidió el alfa mayor ante la mirada iracunda de la otra y la sonrisa de satisfacción del menor

-hace unos días fui a reclamarle a Pepper que, por su exceso de trabajo, Steve estaba enfermo y mientras le soltaba todas mis quejas fue cuando me comentó lo sucedido con esta mujer y por qué MI esposo era tu secretario... bueno, en realidad me lo gritó porque yo no dejaba de hablar ni de quejarme con ella por lo que estaba pasando

-ese rubio miente, ¡es un manipulador! - gritó la mujer con enfado - ¡Tú mismo lo dijiste hace tiempo! ¡Que era un manipulador! ¡Tú no lo amas Stark! - el otro la miró por un momento recordando esa conversación con su padre y suponiendo que esa rubia oxigenada había oído todo.

FLASHBACK

Tony se encontraba dando vueltas en su oficina como león enjaulado mientras que su padre lo veía desde su escritorio.

Después de que marcara al omega rubio y su oficina se llenara de orquídeas, el alfa menor rompió de ira y más por el regaño que su padre le había dado por golpear a su esposo y también por haberlo mordido cuando lo obligo a estar con él en su habitación. Parecía que Pepper se había encargado de que Howard supiera lo que había sucedido ese día, haciendo aún más iracundo a Tony;

-vamos papá... Entiende... Si no lo hubiera hecho yo, ¿quién? – decía el castaño sin dejar su caminar por la oficina -Le hice un favor a todos los alfas del mundo... ¿quién en su sano juicio hubiera mordido a un omega tan feo?

-no hables así de tú esposo, Anthony. – le decía el otro sin dejar de mirarlo -Primero que todo, no tenías por qué golpearlo. Segundo, ¿engañarlo? ¿enserio? Eso me decepciono mucho

-soy playboy, Howard. No puedes pedir que haga algo para lo que nací...

-y tercero, - continuó sin escuchar al otro -lo obligaste a estar contigo cuando él dijo que no y lo mordiste muy bruscamente. Eso no se hace, yo no te eduque así

- ¡tú no me educaste!

- ¡Anthony!

- ¿es que aún no lo entiendes? ¡Todos los omegas son iguales! ¡Solo vienen usan sus feromonas, te usan y luego se van con todo lo que es tuyo, dejándote con un cachorro! - gritó Tony ya histérico - ¡Solo son perras que se le abren de piernas a todo el mundo! ¡Solo un hueco donde meterla para luego robarte todo! - miró a su padre quien estaba estático - ¿Ya entiendes porque busco betas para desahogarme? ¡las pocas veces que estuve con él tapé su boca, Howard! ¡No quiero oír su fea voz! ¡No quiero siquiera tocarlo! ¡Me da demasiado asco, por esa razón me acuesto con chicas betas!