Peligro

833 103 40
                                    

El viaje hasta el hotel había sido bastante rápido, pero algo cansado para el alfa, quien no dejaba de pensar en esa inquietud que sentía en su corazón, esa inquietud con la que salió de su casa horas atrás y esa que se albergaba en su corazón.

El alfa se encontraba sentado cerca de la ventana mirando su teléfono, cuando sintió una mano ser depositada en su hombro;

- ¿estás bien?- preguntó Pepper mirándolo con algo de preocupación -Estas raro y te siento bastante inquieto

-estoy algo... no sé cómo decirlo. – comenzó a decir el otro viendo a su amiga sentarse frente a él -Es como... una angustia, algo raro que siento en mi pecho... como si algo bastante malo fuera a pasar

- ¿algo malo? ¿a quién? – el otro negó

-no lo sé, pero solo puedo pensar en mis niños y mi esposo... siento que les va a pasar algo y tengo miedo, Peps... - la beta sonrió y puso su mano sobre la rodilla de su amigo

-no te preocupes, Tony. El joven Barton me envió un mensaje diciéndome que ya iba de camino a casa. – el otro la miró -Sabes que ellos se cuidan bastante entre ellos, son una gran familia y nada malo les pasara ni a Steve ni a los niños

-espero que tengas razón- la mujer sonrió

-ahora, cambia esa cara porque debemos ir a cenar y prepararnos para mañana. Las reuniones serán bastante pesadas

-sabía que tu comprensión no sería de gratis

- ¿dijiste algo?

-nada, Peps, nada- rio el otro y se puso de pie para cambiarse de ropa.

. . .

Había pasado un día desde que su alfa se había ido y el rubio omega se encontraba demasiado inquieto, cosa que atribuía a que su esposo estuviera lejos o al menos eso le había comentado Clint al llegar el día anterior por la noche.

Era sábado en la noche y Steve estaba saliendo de la cocina alegremente con un tazón de helado, permitiéndose comerlo ya que ese día no había tenido nauseas y eso lo hacía feliz, hasta que sintió el fuerte olor a miedo que provenía de Peter.

Al momento, dejó el tazón a un lado y comenzó a subir las escaleras en carrera encontrando al pequeño omega junto a Janeth, quien lo tenía agarrado del brazo con fuerza;

-ya sabes que va a pasar si no me obedeces mocoso. Además, recuerda ir empezando a empacar porque apenas vuelva Tony le hablare de esa escuela de omegas a la que le pedí hace tiempo que te enviara para que no te vuelvas un omega rebelde como ese rubio que se pasea por aquí. - decía la alfa sujetando con más fuerza al menor quien la veía horrorizado -Ahora dime... ¿Dónde demonios esta Anthony? - Steve al verla se acercó lo más rápido que su pancita le permitió, empujando a la mujer con fuerza y jalando al niño en el momento, colocándolo detrás de él y protegiéndolo;

- ¡¿Qué demonios hace aquí?! – dijo con molestia soltando su olor territorial, haciendo que la mujer diera un leve paso atrás

-vine por unos documentos y a buscar a Tony- contestó la mujer con burla

-si quería o necesitaba documentos podía ir a la oficina a buscarlos, no aquí. – contestó con molestia -Tony no esta y le prohíbo que toque a mi cachorro otra vez- gruñó el omega dándole una fuerte mirada a la mujer quien le dio una sonrisa de medio lado

-ese niño no es tu cachorro- dijo la castaña devolviéndole la mirada -y no te metas en lo que no te importa, fenómeno

-Peter es mi cachorro y le está haciendo daño. - volvió a decir el rubio soltando un fuerte olor a agresión que hizo que la mujer diera unos pasos hacia atrás -Lo vuelve a tocar y le romperé la mano

PrometidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora