Prometidos

Necesito salvarte

Bucky se encontraba sentado afuera de la habitación del rubio, quien había quedado dormido desde temprano después de que Strange le había revisado y dado algunos medicamentos.

El alfa estaba hablando por teléfono cuando escuchó unos pasos acercarse a gran velocidad, haciéndolo mirar inmediatamente;

- ¿Qué haces aquí? - preguntó en un gruñido al ver a Tony acercarse con su hijo, Clint y Howard

-he venido por mi esposo... Debo ir con él y disculparme- contestó, siendo detenido por el peli largo

-no pasaras... ¡es por tu maldita culpa que este así! – lo tomó del cuello de su camisa con fuerza -Si mi hermano muere, Stark... La pagaras muy caro

-por favor, James... déjame pasar... ya aclaramos todo y Bruce dice que ya te dijo lo que sucedió o al menos una parte- dijo el otro con temor, pero sin dar un paso atrás

-si, el coronel Rhodes y mi batallón ya están detrás de la pista de ese apestoso alfa... pero eso es una cosa y tú otra, Anthony

-James, por favor- suplicó Howard acercándose junto con Peter mientras que Clint se sentó cerca de ellos algo agotado y aun tragando la información recibida

- ¡no! Ninguno de ustedes lo vera... no ahora... - respondió el alfa con molestia

-tío Buck, déjame ver a mamá- se acercó el pequeño omega con una mirada triste, haciendo que el oji celeste suspirara

-tu si puedes pasar. - dijo -Ustedes, no- el menor asintió y abrió la puerta, sintiendo a su padre quedarse cerca de esta al dejarla abierta.

El menor caminó hasta la cama donde dormitaba el rubio, quien al sentir el leve olor del castañito abrió los ojos lentamente dirigiéndole una sonrisa débil y triste;

-Peter- dijo con voz ronca y casi sin ser escuchado por el respirador que tenía puesto - ¿si eres tú?

-soy yo mamá- respondió este acercándose y tomando la mano del rubio, quien soltó un par de lagrimas

-te extrañe... tanto

-y yo a ti

-yo... siempre quise... decirte algo...

-dime lo que quieras mamá, aquí estoy para escucharte- Steve sonrió ante esto aun con lágrimas en sus ojos

-Peter, sabes que te amo tanto... aunque no seas mi verdadero cachorro ¿verdad? - el niño asintió -Lo que sucedió con Sarah... no fue tu culpa, no quiero que te culpes por lo que esa mujer provocó... yo te defendí, porque eso es lo que hacen... los padres ¿verdad? - el menor asintió de nuevo dejando que las lágrimas bajaran libremente por sus mejillas y su olor a tristeza llenara el lugar, alertando a Tony, quien no se movió de su lugar sabiendo que ese momento era solo de su hijo y Steve -Peter... recuerda que nunca, nunca debes arrodillarte ante nadie que no sea el alfa que de verdad amas... Ese es un acto de sumisión que nosotros los omegas... hacemos solo ante nuestro alfa, ante nuestro verdadero amor... Nunca permitas... que nadie te doblegue y te obligue a hacerlo. – tomó un poco de aire -Es un momento íntimo entre alfa y Omega... y es la manera de hacerles entender que los amamos... - decía Steve mientras Tony escuchaba desde fuera de la habitación, recordando el día que él le había obligado a arrodillarse enfrente de toda la junta luego de que fue acosado por Obadiah.

El moreno recordó el rostro humillado del rubio al ser obligado a hacer eso frente a otros alfas y un par de betas. Un gesto íntimo que lo hizo sentir expuesto ante los demás, de verdad se sentía mal al recordar el daño que le había ocasionado al rubio que solo le intentaba demostrar su amor y cariño cada día con cada acción.