La Junta

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He terminado de recoger la oficina, no he movido nada del escritorio, no quiero que el crea que he estado de entrometida o algo así, me quedo revisando la agenda para el día de hoy, al parecer aun tiene dos reuniones más. Salgo de la oficina y me quedo en mi puesto poniéndome al día con lo que será mi trabajo. Todo está en completa paz a excepción de que quiero saber como está Adara, le he dicho que no la dejaría tal vez debí quedarme con ella, tal vez debí traerla, no lo sé, es mi primer día de trabajo y no quiero cometer ningún error. 

Tomo el celular y le marco a Ale, suena una vez, dos veces y al tercer tono contesta. 

- ¿ Cómo está ella? 

- Bien, acaba de desayunar, preguntó por ti pero le he dicho que estás trabajando 

- Gracias, ya mañana vendrá conmigo 

- Y yo me iré 

- Lo sé, igual llegaré a despedirme de ti Ale, cuídate 

- Está aquí la señora Yadira 

- Bien, no la dejes sola con Adara por favor 

- Es su hija 

- Lo sé, solo cuida de Adara y ya 

- No te encariñes con esa niña, ella le pertenece a la señora Adara, estás viva solo por que la cuidas, si la señora quiere podría matarte y dejar todo en el olvido 

- Tienes razón, lo lamento, nos vemos 

De vez en cuando necesitamos un baño de realidad y esta vez no es la excepción, no puedo amar a Adara como mi hija, tendré que verla como un trabajo más, lo único que no tengo es el propósito de estar aquí, yo solo deseo una vida tranquila, lejos de esto, lejos de ellos. Sigo con la vista en el ordenador, me entretengo en la lectura de unos documentos, supongo es un contrato para quedar asociados con una empresa, no sé mucho del tema, pero al menos podré darle los puntos más importantes a Kurtis. 

Estoy terminando de leer, muevo el cuello y me siento de manera correcta, siento como mi espalda truena, levanto la mirada y saliendo del ascensor está el, viene con una mujer, supongo será su esposa y detrás de ellos viene Axel, esto no se puede poner mejor, creo que estamos completos, me levanto de mi silla. 

- Buenos días Señor Guillén - saludo 

La mujer me mira de arriba para abajo. - " Sí señora, mi cuerpo es completamente natural, he trabajado en el durante meses, mi rostro no es tan natural, pero es lo que hay"-  pienso mientras le sonrío con algo de hostilidad 

- Creí que ya no tendrías secretarias amor, he visto a varios amigos que podrían ser tus secretarios 

- No necesito un secretario Marieta, creo que en Recursos Humanos la habrán evaluado y por algo está aquí, ¿ Cuál es tú nombre? 

 - Mi nombre es Lexa Laurent, Señor Guillén 

- Bien Lexa, ella es mi esposa Marieta

- Un gusto Señora Guillén 

- Y el es Axel Reed, mi jefe de seguridad 

- Señor Axel, un gusto - El gusto es mío, señorita Laurent 

Me estrecha la mano, eso va cargado con algo más, sé exactamente lo que quiere y eso no va a suceder, no me importa si ya no está con Renata, lo único que me importa es estar en paz. 

- ¿Está lista la sala de reuniones ? 

- No Señor, pero en un momento me encargo de todo, permiso 

Sigo de largo a la sala de reuniones, agradezco el pequeño croquis que estaba pegado en el escritorio, voy a las escaleras, las bajo y llego a la sala de juntas, pongo los documentos que están apilados en el centro de la mesa, busco que todo esté en orden, llamo a la cafetería y encargo un poco de té y café, así mismo pido algunos postres para que puedan picar después de la reunión. Esto me ha tomado con tan poco tiempo que no sé que hacer, me encuentro nerviosa, algo asustada, pero me tranquilizo, no puedo caer en la desesperación. 

Vecino..... ¿ Tiempos Extra?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora