Rencuentros

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La mañana no es tan mala, después del rato de calidad con Renata, Axel y yo decidimos que sería mejor ir a dormir, debo admitir que me sigue gustando bastante, solo que las cosas han cambiado para ambos, de hecho para todos ya que sigo un la ecuación. 

- Solo tomaré café, gracias, tengo cosas por hacer - le digo a Axel 

- Como gustes, yo tengo que irme ahora, tengo que trabajar 

- Parece que nunca descansas 

- Es la única manera de olvidar todo lo del pasado 

- Si es por tu ex yo, no sabía que ustedes habían salido, no quise insultarla - miento 

- No, no es por ella, por mi se puede morir, son otros asuntos, sería absurdo contarle a una desconocida 

- Bueno, no creo que seamos unos desconocidos después de lo que hemos hecho ayer, sin embargo tampoco me interesa, después de este día no volveremos a vernos y si nos vemos haremos de cuenta que no nos conocemos 

Axel sonríe, pero no es una sonrisa sincera, es una sonrisa cargada con cansancio, es un hombre amargado, lo siento distinto. Axel sale de su apartamento, siento que tiene mucha confianza en cuanto a dejarme aquí, sola, supongo que solo tomaré café y me iré, hoy tengo que ir por Adara, es algo que me asusta, estoy nerviosa, la dejé cuando tenía 6 meses, ahora ya debe ten 2 años, me tiemblan las manos de solo pensarlo, inclusive se me ha ido el apetito, busco en el refrigerador algo para comer, hay comida en tupers  y un poco de fruta, supongo que alguien se la ha de dejar, me pregunto que habrá sido de su vida estos meses. Igual creo que no importa mucho, el siguió adelante y eso haré también. Tomo un poco de fruta y un yoguth, me apresuro a comer, mi celular suena, pero ni idea de donde he dejado la bolsa, me levanto y busco en la sala de estar, encuentro mi bolsa, tengo tres llamadas perdidas de Ale, mi celular vuelve a sonar, me apuro a contestar. 

- Creí que jamás responderías ¿ En dónde estás? 

- En casa de un desconocido, supongo que a noche no te importó lo que me pasaría 

- Te dije que iría a follar, no a cuidarte - ríe desde el otro lado de la línea 

- Lo sé, estoy cerca del bar, podemos vernos en el restaurante de comida mexicana

- Justo aquí estoy

- Vale ahora voy 

Dejo las cosas que ocupé limpias y en su lugar, voy hasta la habitación y dejo todo en orden, me debato unos segundos en pesar si debería dejar una nota o no agradeciéndole, sin embargo creo que sería innecesario, ya que no volveremos a vernos, me aseguro que todo esté bien y salgo de su apartamento, estoy a punto de entrar al elevador cuando veo que también entrará Felicitas, parece más vieja, se ha descuidado. La dejo pasar y entro yo después, parece ansiosa, la verdad no debería importarme, jamás se comportó como mi madre, al contrario, ella solo se dedicó a dejarme a un lado, Renata era el centro de su mundo. 

- Disculpa - me habla 

Volteo a verla. 

- ¿ Sí? 

- ¿Ese vestido es de la última colección de Calvin Klein? 

- Si, supongo 

- ¿En dónde lo conseguiste? 

-En una tienda - respondo 

- Eso es obvio querida, pero solo hay 5 en en este mundo y es hermoso

- No es gran cosa, después de esta puesta lo tiraré a la basura 

Me mira con cara de asombro, como si lo que acabara de decir fuese un pecado 

- Podrías vendérmelo

Vecino..... ¿ Tiempos Extra?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora