Vecino..... ¿ Tiempos Extra?

Un Mes

Llevo cerca de un mes aquí, estoy a obscuras, esta habitación huele a húmedad y estoy segura que hay ratas, no entiendo la razón por la que me encuentro aquí, debo decir que tengo temor, no sé que es lo que ahora me espera, no me quejo tampoco, tengo mis tres comidas y un cobertor con el cual puedo cubrirme del frío, es solo que no comprendo la razón de mi estancia aquí.

Escucho el ruido de la puerta, debe ser hora de la cena, he tratado de llevar las cuentas no digo que soy buena para orientarme en cuanto a loa días, pero debo probar la comida me hace saber si es el desayuno, la comida o la cena, debo decir también que al principioe negaba a aceptar este lugar, los ataques de pánico se han ido poco a poco y me siento mejor.

¡¿A quién engaño?!

Aun lloro como una bebé esperando a que alguien me salve, aún espero a Scott o puede que a Kurtis aunque definitivamente espero a Rick.
A este paso creo que será mejor morir tal vez esta vez si debierón dejarme en esa caja y seguir con la vida, después de todo estoy muerta ante la ley....no existo de nuevo.

Se oye el chirrido de la puerta trato de calmarme, me sudan las manos, me encuentro nerviosa.

- Coma señorita

El aroma del perfume del hombre que me cuida es otro, no es el mismo.

-¿ Quién eres ?¿ Dónde está el otro?

- No se pregunte quiénes somos solo agradezca que la tenemos bien

- ¿ Bien? ¡Que extraño concepto de bien! Ni siquiera sé quién es usted

Solo hay silencio y de pronto la puerta se vuelve a cerrar.
Creo que el tipo tiene razón Solo me debo preocupar por estar bien y comer de manera tranquila mientras espero a que me saquen de aquí.

Me apresuro a comer, valla que tengo hambre pasar las horas aquí sin hacer nada me hace sentir ansias.
La leche tibia no me agrada mucho y lo perp de todo es que no tiene chocolate, extraño las gomitas y los chocolates, hace tanto que no los pruebo, estar en prisión no me ha favorecido mucho, de hecho esto es mejor que nada.

Me termino la leche y las galletas, debo admitir que he extrañado la fruta que el otro tipo me daba.

- El vaso es de cristal, tal vez si lo rompo pueda salir de aquí- susurro para mi

En verdad necesito salir de aquí, no puedo esperar a alguien, desde que me sacarón del féretro no he visto la luz.
Rompo el vaso, trato de no palpar para evitar cortarme, pero no podré encontrar el pedazo de cristal mas grande, en mi travesía de busqueda y torpeza termino con una cortada en la palma de la manl y he encontrado el pedazo que necesito.

La puerta vuelve a hacer ruido, estoy lista para lo que sea que tenga que hacer.

- Espero que para mañana pueda ponerle chocolate a mi leche

- Si usted así lo desea está bien

- Ah y el otro tipo me traía fruta en la mañana y en la noche

- Está bien, lo único que necesito es que usted se porte bien.

Sostengo el cristal con cierta valentía, en realidad no sé en donde se encuentra en tipo, pero no es frente a mi.

- ¿ En donde está el vaso señorita?

- Se ha roto - digo con simpleza

Se escucha un silencio que me estremece, no hay ruido, esto debe ser angustiante para mi, la luz se enciende, mis ojos se deslumbran, aun así no tiro mi pedazo de cristal, sería una tonta si lo hiciera.

Mis ojos aún no se acostumbran a la luz, pero tengo que actuar, necesito ser libre.

- Señorita, le traeré un vaso de plástico para mañana, no puede ir por ahí rompiendo los vasos del Señor, de lo contrario tendré problemas

- ¿Y si me suicido tendrá problemas?

- Más de los que usted se imagina

Eso me da más valor aún para lo que tengo que hacer, si no acabo con esto no podré ser libre o feliz, ni siquiera puedo pensar ahora en mi venganza contra ella.
Se de sobra que Renata ha vivido más que bien mi vida y yo me he reducido a cenizas, al menos si termino con esto, mis cenizas pueden estar en el mar o en un río, lo que sea está bien con tal de sentirme miserable.

Parpadeo una y otra vez hasta que mis ojos se acostumbran a la luz.
Lo primero que he podido enfocar es al tipo que recoge los cristales del vaso.
Tiene un traje negro hecho a la medida, es bastante alto, de hecho me recuerda a Axel.
Solo que el es pelinegro, sus manos son bastante pálidas.
De tanto mirarlo parece que se va a desgastar.

Levanta la mirada, sus ojos son de color café claro y su piel es bastante pálida...

Sé que mi rostro no es el mas hermoso, desde que Renata me desfiguró nada en mi vida ha sido igual, sé también de sobra que estoy desnutrida y mi cabello es un asco, en días no me he aseado, se hecho a penas e podido ir al baño y eso no es gracias a los tipos que me han "cuidado".

- Usted...- no sé que decir

- Señorita cierre los ojos, no debe verme

- Como buen secuestrador debió haberme vendado los ojos

- No la he secuestrado

- ¿Entoces como se le llama a esto? ¿Vacacionar? ¿Sabe cuanto tiene que estoy encerrada? Estoy harta, estoy cansada de manera mental y lo único que quiero es morirme, no quiero saber nada sobre este mundo- grito

-No es mi asunto

- ¿No es su asunto? - rio sin ganas

- Así es, no me incumbe, a mi me pagan por cuidar de usted

-¿ Es que a caso usted no tiene familia o algo así?

- No, de hecho soy huerfano de madre, mi padre nunca me quiso y me crió una tía

Saco el cristal, los ojos del tipo  muestran diversión.

-¿Va a intentar asesinarme?

- No, sé que no podría con un hombre como usted, pero puedo acabar conmigo, he estado muerta tanto tiempo que morir de verdad ya no me interesa, de hecho sería un gran favor que usted me asesinara

- Eso no va a pasar

Sonrío.

- Ya no me importa, solo quiero ser feliz y libre

Me acerco el cristal a la muñeca izquierda, el filo es mucho ya que con un solo toque se ha abierto mi piel, estoy a punto de arrepentirme

- Sé que no lo hará

Vuelvo a sonreír.

- Usted no sabe nada sobre mi Señor, estoy cansada  de este absurdo juego.

Me corto y enseguida la sangre brota, todo pasa como en cámara lenta, lo veo lanzarse hacia mi para evitar que corte la mano derecha, pero es tarde cuando llega hasta mi, mis dos muñecas han dejado fluir la sangre, en seguida me siento con sed, señal de mi perdida de sangre, la vista se me nubla, escucho al tipo maldecir y todo pero para mi es tarde.

Este es el verdadero y único final de Regina Lockwood, no hay otro.