Capítulo 9

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Ryan

Era sábado por mañana, April estaría aquí en unos minutos.

–¡Ryan!– me llamó y entró por mi ventana.

–Sabes que hay un puerta ¿verdad?– me burlé, April me fulminó con la mirada.

–"Ja ja ja"– me golpeó el hombro –que gracioso– me dijo sarcástica.

–¿Que quieres hacer hoy?– pregunté y la mire mientras me colocaba un suéter.

–Vamos al parque en bicicleta– sus ojos se iluminaron y una sonrisa se formó en su rostro.

–Claro... Pero...– hice un pausa algo nervioso.

–¿Qué?– ella me miró.

–No se andar en bicicleta...– susurré, esto era patético.

–¡No puede ser!– April abrió la boca y me miró como si hubiera hecho algo imperdonable, ella tendía a exagerar algunas cosas, yo solo me reí –¡me estas mintiendo!– me gritó y se acercó.

–No, en serio... No se andar en bicicleta– admití algo más seguro con ella a mí lado.

–Bueno... Entonces te enseñaré- habló, algo en mi interior se estaba revolviendo, April me hacía sentir cosas y aún no me acostumbraba a eso.

–¿Lo dices en serio?– pregunté algo dudoso, ella asintió.

–Si, vamos– ella beso mi mejilla y sentí esa sensación de nuevo.

April

–¡¿Listo?!– pregunté, me encontraba detrás de Ryan, estábamos en el parque, la bicicleta temblaba con las manos inexpertas de Ryan en el manubrio, yo trataba de enderezarlo cada que podía.

–No lo sé– el balbuceó, estaba con los nervios a flor de piel.

–¡Vamos! No seas una gallina– le di un impulso y lo solté –¡mueve los pies Ryan!– grité.

–¡Ayuda!– el gritaba a la nada.

–¡Ryan son las 6 de la mañana! ¡nadie te ayudará! ¡Solo mueve los pies!– corrí por detrás.

Empezó a moverlos y tomó velocidad...

–¡Espera!– empecé a correr mas rápido pero aún así no podía alcanzarlo.

–¡¡¡¿Como freno esta cosa?!!!– Ryan movia de un lado a otro el manubrio de la bicicleta.

–¡Ryan!– se dirigia hacia un jardin –¡cuidado!– lo oí gritar y cerré los ojos.

Había chocado con la cerca y por suerte voló hasta el pasto que amortiguó su caída, solté el aire que retenían mis pulmones y corrí hacia el. Cuando llegué no pude contener mi sonrisa por la cara de susto que tenía.

–¡¿Que es tan gracioso?!– me miró enojado.

–¡Tú!– seguí riendo.

Ryan

–¡Ayúdame!– me quejé y le extendí la mano, April estaba por tomarla pero tire de ella para que cayera a mi lado.

–¡Hey!– se quejó, pero aún sonreía.

–Gracias.– le dije, ella me miró y se acercó poco a poco, no sabia que hacer... Me quedé quieto.

–No hay de que– ella susurró, me dio un beso en la mejilla y se lanzó al pasto, yo también lo hice, April miró al cielo todo el tiempo y yo la miré a ella.

...

–Que hermoso árbol... – April susurró.

–¿Que tienes con los árboles?– pregunté algo curioso.

–Siempre quise tener una casa del árbol, mi padre prometió que me haría una, pero...– ella no habló más, pero sabía que estaba algo triste así que traté de cambiar de tema.

–¿Quieres subir?– la miré y ella asintió.

Ahí estábamos, en la cima de un árbol, mirando como el sol salía e iluminaba cada techo de cada casa de la ciudad. De reojo miraba a April de vez en cuando y sonreí.

–¿Qué?– me preguntó divertida.

–Si me hubieran dicho a principio de año que estaría aquí contigo, lo hubiera llamado loco– confesé.

Ella me sonrió y puso su cabeza en mi hombro.

...

–Creo que ya deberíamos volver– le dije, terminamos de comer nuestras papás fritas y salimos del restaurante –Se estaba haciendo de noche...– ella asintió y recogimos la bicicleta.

–Ahora que ya sabes manejar...– April me sonrió pestañando muchas veces –¿Me llevas adelante?

–¿Qué?– mi mente trató de imaginar a April delante mío en la bicicleta pero ella solo me distraería del camino –No April... caerás, nos caeremos– dije.

–¡Por favor! ¿si?– me suplicó, suspiré y la miré.

–Bueno pero si caemos será tu culpa– le advertí, ella asintió sin darle importancia.

Me subí a la bicicleta y ella también.

Se sentó dándome la cara y dándole la espalda al camino.

Estuve muy distraído, tenía que parar a cada rato.

–¿Qué sucede?– ella preguntó riendo.

–No puedo April...– estaba nervioso.

–¿Por qué?

–Porque me distraes... Es difícil manejar sintiendo tu mirada a cada cosa que hago.

Ella se sonrojó y prometió no mirar más, seguimos con el camino.

Tenía una perfecta vista de ella, el viento hacia volar su cabello y ella tenía los ojos cerrados, se veía viva, hermosa... nuestras manos chocaron varias veces mientras manejaba y ella seguía sonriendo.

April

Llegamos a casa, ví a mi madre y a mi hermana en la ventana espiando.

Ryan solo levantó la mano saludando mientras se rascaba su cuello, amaba ver cuando hacia eso.

–Parece que te esperaban– se burló.

–Si... A veces son así, lo siento– hice una mueca algo avergonzada.

–Bueno, diles que mandé saludos– el se despidió.

–Si quieres, uno de estos dias... Podrías...– pensé bien – ¿venir a cenar?...– hice una pausa –conocer a mi madre y a mi hermana– me sonrojé.

–Claro, tu solo dime cuando– sonreí.

–De acuerdo– solté.

–De acuerdo– el repitió.

Me despedí de Ryan con un beso en la mejilla y se subió a su bicicleta.

Entré a casa.

–¿El era el famoso Ryan?– mamá pregunto moviendo sus cejas provocativamente. Yo solo reí.

–Si...– confesé.

–¿Lo invitaste a cenar?– esta vez preguntó Hailey.

–Si...– volví a contestar.

Empezaron a conversar entre ellas conmigo en frente. Yo solo reí y negué con la cabeza para después irme a mi cuarto.

Caí En Tu Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora